Hay rutas que están escritas en el tiempo y en la tierra, como las que durante décadas ha recorrido la ganadería de pastoreo con los cambios de estación. Para mantener la tradición de esta trashumancia, y homenajear los usos tradicionales del pastoreo de la Bardena, la localidad de Carcastillo acogió el pasado domingo una nueva edición de la entrada de rebaños a Bardenas procedentes de los valles de Roncal y Salazar.

Y aunque el grueso de las actividades transcurrieron el domingo 17, la Biblioteca Pública de Carcastillo acogió una exposición fotográfica y una charla sobre la trashumancia a cargo del vecino Benjamín Ayechu; además, todos los bares del municipio estuvieron ofreciendo durante el fin de semana su versión del Pintxo Bardenero.

El protagonismo de esta festividad lo acaparó, sin duda alguna, la entrada de pastores y rebaños a la Bardena que tuvo lugar a las 08.00 de la mañana, con el lanzamiento de un cohete, en el término “El Paso” de Carcastillo. Los hermanos de Ochagavía Miguel Ángel y Martín Boso, quienes este año se han retirado de las labores del pastoreo tras 58 años de dedicación, fueron los encargados de dar inicio al acto. “Cuando estábamos los tres hermanos solíamos venir con un rebaño de unas 1.800 ovejas, aunque luego lo fuimos bajando. De Ochagavía siempre salíamos el 12 de septiembre y llegábamos el día 18, ya que originariamente la entrada en El Paso se hacía el 18 de septiembre. Hoy en día no mantenemos ninguna de nuestras ovejas, ya que si dejas alguna, estás esclava con ella todo el día y no queríamos eso.”, explicaba Martín Boso.

Un momento durante la trashumancia. Saioa Martínez

El presidente de Bardenas, José Mª Agramonte, no quiso perderse esta cita expresó que son más de 40 los años que se lleva celebrando esta tradición pastoril: “Cuando el clima se complica en el Pirineo, se vienen a esta zona más templada. Bardenas cuenta hoy en día con unas 80.000 ovejas en total, de las cuales unas 7.000 ovejas, de tres rebaños diferentes, van a cruzar El Paso en el día de hoy. El espacio destinado para el pastoreo son unas 42.000 hectáreas”.

Primer pastor

El primer pastor que entró en el término de El Paso, fue Ángel Mari Sanz. Según indicó su ayudante, Alberto Díaz, han tardado ocho días en completar los 135 kilómetros que separan Belagua y Bardenas: “Nos levantamos a las 07.00 horas, con el amanecer, desayunamos algo ligero y nos ponemos en marcha. Cuando encontramos un sitio para que las ovejas pasteen de manera adecuada, almorzamos. Luego continuamos hasta la hora de comer y por la tarde seguimos hasta que oscurece. Las encerramos en el pasto eléctrico para que no escapen y dormimos al raso; si llueve, utilizamos tiendas de campaña individuales”.

Más adentrada la mañana, los actos siguieron con una degustación de migas para reponer fuerzas, y con la apertura del mercado tradicional a las 10.00 horas. A las 11.00 arrancó el recorrido de gaiteros y comparsa de gigantes del pueblo, así como el de los Danzantes de Ochagavía. Ambas comitivas recorrieron Carcastillo hasta finalizar en la Plaza de la Iglesia, lugar en el que se celebró un taller participativo de cerámica.

un grupo de personas se queda acorralada durante el paso del rebaño. Saioa Martínez

La jornada festiva concluyó con la degustación de Cordero de Navarra en la plaza de la Iglesia. El cocinero del restaurante ‘El Albergue’ de Calahorra, Miguel Espinosa, fue el encargado de elaborar 800 empanadillas de cordero IGP Navarra. “Es una empanadilla que está rellena con un cordero al chilindrón y alcachofas, las cuales, aunque vengan de Calahorra, están tanto o igual de buenas que las de Tudela”, afirmaba Espinosa. “Hemos traído las empanadillas preparadas del restaurante, y las estamos friendo aquí mismo para que las personas que se acerquen hoy hasta Carcastillo, puedan probarlas recién hechas y puedan apreciar tanto la textura de la masa y el sabor del cordero”, añadía. “Este cordero tiene el sello IGP o Indicación Geográfica Protegida, y comprando carne de esta calidad podemos tener la garantía de que la alimentación, los cuidados, la raza o el engorde de ese animal ha sido muy natural y muy controlado”, finalizaba.