En el ecuador de las fiestas de Lekunberri, los niños y niñas fueron protagonistas. Y es que el viernes era Haurren eguna, un día que tiene nombre propio y una programación con el foco puesto en las activiades infantiles. Arrancaron con un txupinazo txiki, que este año trajo cambios, con cinco txikis en vez de uno como hasta ahora, en ambos casos elegidos por la suerte entre el alumnado de Ibarberri Eskola. Así, se asomaron al balcón Irune Atxa Auzmendi, de 3º de Infantil; Oinatz Lóciga Muñoz, de 4º; Beñat de Castro Urbieta, de 5º; Ariane Sánchez Landeira, de 6º y Uxue Zabaleta Erro, de 1º de ESO. Algo nerviosos pero contentos, lanzaron cinco cohetes y una lluvia de caramelos que vino después. 

Fueron cinco cohetes para anunciar Haurren Eguna. N.M.

De animar la mañana se encargaron la fanfarre de Aralar Musika Eskola y Martillotxiki Batukada, dos propuestas muy diferentes para anunciar la fiesta y mover el cuerpo, cada cual a su ritmo.  

Por otro lado, en el polideportivo Plazaola, los y las txikis pudieron disfrutar de un parque infantil con castillos hinchables y otras propuestas en las que se sucedieron los saltos. 

La fanfarre de Aralar Musika Eskola animó la mañana. N.M.

Martillotxiki Batukada puso ritmo con sus tambores. N.M.

Ayer también fue la comida popular, que batió récord de participación. Lo cierto es que en un principio se pusieron a la venta 350 tikes pero dada la velocidad con la que se vendieron, se sacaron otros 150, 500 personas en total con una carpa llena de vida. Para la sobremesa, una de las actuaciones más esperadas, Puro Relajo, que hizo cantar y bailar a las cientos de personas que disfrutaron con su música. 

Bienvenida en forma de pañuelo

Como es habitual, este día es el elegido por el Ayuntamiento de Lekunberri para dar la bienvenida a los nuevos vecinos y vecinas nacidas a lo largo del año anterior para obsequiarle con un pañuelo festivo. Estaban convocados 15 txikis: Fátima Ali Salem Bachir, Indira Balda Zubeldia, Izar Eguzkitza Telletxea, Inge Etxarri Urbizu, Izaro Gamayo Garay, Victoria Hristova Makendzhieva, Oier Leoz Larreina, Oier Loidi Gómez, Valentina Martínez Rodríguez, Julen Martínez de la Hidalga Borges, Hegoi Miret Ayestarán, Uxue Navarro Ruiz de Erenchun, Kepa Pérez de Rozas Cuesta, Samuel San Sebastián Velilla y Julen Zubillaga Arrizubieta. 

A algunos txikis costó poner el pañuelo. N.M.

Algunas de las criaturas no viven en Lekunberri pero tienen vínculos familiares con esta localidad, según apuntó el alcalde, Arkaitz Goikoetxea. Asimismo, mostró su satisfacción “porque es muy bonito dar la bienvenida a los y las lekunberriarras que construirán nuestro pueblo. Es gratificante ver que se está sumando gente nueva a nuestra comunidad”. Y es que Lekunberri es un pueblo que sigue creciendo. Entre los nuevos vecinos están Amaia Cuesta y Adriá Pérez de Rozas, que acudieron con su primer hijo, Kepa. “El primer lekunberriarra de la familia”, destacó esta pareja. Una a una, las criaturas recibieron sus pañuelos con el escudo bordado de manos del alcalde y de los concejales Ane Barberia y Mikel Irujo entre curiosas miradas