El frontón Labrit de Pamplona, el más emblemático del mundo pelotazale, reabrirá en marzo tras las mejoras que se han llevado a cabo en los últimos cinco meses.
Las obras, como estaba previsto, concluirán antes de fin de año, aunque habrá que esperar tres meses más para que el frontón vuelva a acoger competiciones de pelota. El plazo es mayor del previsto (8 semanas más) por la necesidad de ejecutar un estudio de arquitectura para poder incluir la nueva maquinaria sin que afectara a la estética y esencia del frontón.
Los trabajos han consistido en la modernización de la eficiencia energética y la revisión de la cubierta, con un precio superior al millón de euros que en su mayor parte ha corrido a cargo de los presupuestos del Ayuntamiento como propietario del frontón.
Los integrantes de la Comisión de Presidencia han visitado esta mañana la evolución de las obras, que han incluido varias intervenciones que no estaban contempladas en el proyecto original, pero que ha sido necesario tener en cuenta dadas las características del edificio.
De hecho, los técnicos presentes han señalado que se trata de la mejora de mayor calado que ha tenido el frontón en materia de eficiencia energética desde su construcción en 1952.
El Labrit está siendo sometido a unas obras para mejorar la eficiencia energética del edificio a través de la renovación de su instalación térmica, lo que le permitirán producir energía renovable y recuperar energía.
Tras concluir los trabajos de la instalación térmica, se ejecutarán otras obras, completando la reparación de la envolvente con la revisión de la cubierta de policarbonato y torreones, tal y como ha precisado el personal técnico.
Fondos europeos
También se cubrirá la nueva sala de máquinas con un cierre de chapa perforada para integrarlas en la fachada del edificio. Todos estos trabajos tendrán un coste de 1.045.000 euros, si bien 283.257,10 euros proceden de los fondos europeos Next Generation EU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
En concreto, el proyecto prevé la reubicación de la sala de máquinas de la instalación térmica en una de las cubiertas del frontón. Es por ello que, además, se actuará sobre la cubierta existente. La nueva sala de instalaciones se ubicará en la cubierta del frontón, en su fachada suroeste, junto a la Cuesta de Labrit.
También se colocará allí la maquinaria de la climatización de las oficinas de la Federación Navarra de Pelota, que actualmente se encuentran instaladas en el exterior, sobre el muro de la cancha. Para poder llevar a cabo esta reubicación de máquinas e instalaciones, es preciso comprobar las estructuras en la cubierta que les darán soporte, así como garantizar la impermeabilización de la zona.
Durante estos dos primeros meses, de septiembre hasta hora, los trabajos se han centrado precisamente en la revisión estructural y la impermeabilización del faldón sobre el que se instalarán las nuevas máquinas de la instalación térmica.
Estos trabajos, no contemplados en el proyecto inicial redactado en 2023, eran imprescindibles para poder terminar la instalación térmica antes de fin de año. De hecho, en las próximas semanas se prevé instalar los nuevos equipos de generación renovable y alta eficiencia. Todo ello, permitirá reducir tanto el consumo energético como las emisiones de CO₂ del edificio, mediante la descarbonización de las instalaciones de generación térmica.
Plazos
Después, se procederá a la renovación de la cubierta inclinada de policarbonato y las cubiertas inclinadas de teja de los tres torreones, mejorando su impermeabilización. También se abordarán problemas concretos de goteras en determinadas zonas de la cubierta de chapa. Por último, se procederá a la construcción de la ya mencionada envolvente o “caja” que oculte las instalaciones que ahora se ubicarán en el tejado.
Todas estas labores, se prolongarán hasta finales de febrero, según el calendario previsto. Es por ello que las competiciones deportivas no podrán retomarse antes de marzo del próximo año.
El Frontón Labrit, conocido como ‘La Bombonera’, es uno de los grandes símbolos deportivos de Pamplona y un referente de la pelota vasca. Inaugurado en 1952, destaca por su ambiente cercano y vibrante, con capacidad para unas 1.200 personas que viven cada partido con gran intensidad. Además de acoger competiciones de primer nivel, también ha sido escenario de actividades culturales, consolidándose como un espacio dinámico en pleno corazón de la ciudad. Los trabajos desarrollados en estos meses garantizarán poder continuar con la actividad en las mejores condiciones y preservar esta infraestructura esencial de Pamplona como capital mundial de la pelota.
        
    
                                            
    
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