Tanto Alberto Mainz como Roberto Ariza, agentes de la Policía Local de Tudela, señalaron que la entrega de la medalla era “una alegría por el hecho de que reconozcan nuestro trabajo diario, aunque a veces no es tan reconocido como debería”. Ambos recuerdan perfectamente cómo fue aquel 5 de junio en la que tuvieron que lanzarse al río Ebro para, con la ayuda de otros dos ciudadanos, sacar a una mujer que se había arrojado al Ebro hacia las 21.00 horas. Hoy han sido los protagonistas de la ceremonia celebrada en el salón de plenos de Tudela.

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Tudela estrena cuatro nuevos agentes y entrega dos medallas Fermín Pérez-Nievas

“Era una señora con la que ya habíamos actuado ese día desde las tres de la tarde. La habíamos llevado al Hospital, la había valorado psiquiatría, le dieron el alta a las 6 de la tarde y la llevamos a casa. Esperamos a que llegase su marido y después le llevamos al albergue de transeúntes porque quería dormir allí”. Pero hacia las 20.45 una vecina avisó por teléfono diciendo que había visto a una persona en el puente del Ebro con una mochila y que al rato pasó y solo vio la mochila. “Pasamos y la vimos flotando en el río y gracias a que llevaba un jersey abombado y le hizo un poco flotar, tenía la cabeza fuera del agua...”.

El agente Roberto Ariza en el momento de recibir la medalla de manos del alcalde. Fermín Pérez Nievas

Cuando llegaron allí valoraron “el riesgo y vimos que era factible con la ayuda de otros dos ciudadanos que había en el lugar. Tuvimos que tener en cuenta el tiempo que iban a tardar los bomberos en llegar y el tiempo que puede llevar en el agua, así que con toda esa información decidimos lanzarnos”.

Para dar más relevancia su actuación uno de ellos reconoció que “es un río que desde siempre me ha dado mucho respeto”, pero, pese a ello, ambos se miraron y no dudaron en asegurar que “yo creo que lo volveríamos a hacer”.