La Biblioteca Pública de Olite, un espacio vital para la comunidad local, cerró temporalmente sus puertas el pasado viernes 22 de diciembre dejando a los ciudadanos sin acceso a sus recursos y servicios habituales. La razón detrás de este cierre inesperado radica en la partida de la persona encargada de su gestión, quien obtuvo una plaza en su localidad de origen.

Ángel Guerrero, concejal de cultura del Ayuntamiento de Olite, compartió detalles sobre la situación actual. Según Guerrero, la semana pasada él mismo se puso en contacto con el responsable de bibliotecas en Navarra, quien lamentablemente informó que no solo Olite estaba enfrentando este problema, sino que otros tres pueblos se encontraban en circunstancias similares.

Ante la gravedad de la situación, Guerrero decidió tomar medidas adicionales y contactó a Asunción Maestro, directora de Servicios de Bibliotecas del Gobierno de Navarra. La respuesta fue desalentadora: no eran solo tres, sino diez los pueblos en la misma situación, y la solución dependía de las contrataciones disponibles. Sin perder tiempo, el concejal se dirigió al director general de cultura, Ignacio Apezteguía, enviándole un correo electrónico el pasado martes. La respuesta llegó rápidamente a través de Laura Larregui, secretaria del director general, quien expresó las disculpas y agradecimientos del presidente. Según Larregui, en diciembre se había abordado la cuestión con el departamento de contrataciones y se comprometieron a resolver la situación durante esta misma semana.

La incertidumbre persiste en Olite, y los habitantes se ven privados de un recurso fundamental para el acceso a la información y la cultura. Mientras tanto, el Ayuntamiento y las autoridades regionales trabajan para encontrar una solución urgente que permita la pronta reapertura de la biblioteca y restaure un servicio esencial para la comunidad.