El cierre del curso pasado fue de película. Mejor dicho: de serie. Cuentan Carlos Rivera Echarri e Iñaki Lacunza Arraiza, los profesores de Historia que pilotan el proyecto, que Itziar Zabalza asistió como público a la última charla del ciclo, a cargo de Cristina Cuesta, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco. Al acabar, ambas se fundieron en un abrazo. “Con todas las salvedades, porque Mikel Zabalza no era de ETA, pero aquel abrazo me recordó a la última escena de la serie Patria”, indica Rivera. Dos víctimas distintas –una de ETA; otra del Estado–, pero unidas en el dolor y en los valores de la reconciliación.

Fue el mejor broche simbólico a un proyecto que el pasado 18 de octubre recibió el primer premio de los galardones Mentes AMI 2025, unos reconocimientos que otorga la Fundación Atresmedia a proyectos educativos originales y constructivos de todo el Estado.

El proyecto del Colegio San Ignacio ganó en la categoría –hay otras tres– de Promoción de los valores y la convivencia, cuyo objetivo es reconocer “proyectos que construyan un ambiente positivo y favorable de convivencia en el aula y fuera de ella”. Quedó en primer lugar en una edición marcada por proyectos que tenían que ver con los efectos de las riadas de Valencia, que por supuesto también se llevaron por delante a centros educativos. El proyecto de Pamplona le ganó el pulso en la misma categoría a otro proyecto presentado por un colegio muy cercano a Paiporta que tuvo que admitir a los alumnos de una escuela que había quedado destrozada por el agua.

Fomento de la tolerancia y rechazo de actitudes fanáticas

La Fundación Atresmedia destaca de la iniciativa navarra que ha permitido a los estudiantes “adquirir conocimientos sobre la historia reciente de España, desarrolla solidaridad con las víctimas, fomenta la tolerancia y rechaza las actitudes fanáticas que justifican la violencia como método político”.

Rivera y Lacunza, no obstante, no las tenían todas consigo. No solo porque era el año de la dana. “Cuando vi el proyecto del colegio de Paiporta me dije: chapó, para ellos, y con todo merecimiento”, comenta Lacunza. Rivera tenía la duda de si en Madrid se entendería bien un proyecto como el de Pamplona: de memoria integral, con víctimas de orígenes muy distintos, con la reconciliación en el centro, lejos de la polarización y el uso partidista tan habitual.

Rivera cuenta que supo que eran finalistas a finales de junio. Estaba comprando un poco de almuerzo para celebrar su jubilación con el resto de sus compañeros del colegio. “Me llamaron de la fundación y me dijeron que les había encantado el proyecto”, detalla.

Pronto despejó sus dudas: “El proyecto lo habían entendido perfectamente. Y de él me destacaban, sobre todo, que les había parecido un proyecto valiente”. El Centro Loyola, que hace de guía espiritual para el Colegio San Ignacio, quería que el proyecto fuera “a la raíz del problema”. “Ahondamos en las heridas generadas, en los odios alimentados, en los procesos de humanización y en las herencias, en los miedos, rechazos, intolerancias y extremismos ideológicos que sí pueden heredar los jóvenes que no han vivido ese conflicto”, explica Ignacio Aranzadi, que pone por delante que desde el centro no son “equidistantes”. “Rechazamos la violencia por completo, porque hay víctimas en ambos extremos y también de una a otra, sin adscripción política”.

El pasado 18 acudieron a la ceremonia de premios y ganaron. Rivera lloró como un niño. Ahora, el gigante comunicativo Atresmedia se compromete a promocionar el proyecto durante una larga temporada. Desde ya emiten, en algunos de los medios más importantes –Antena 3, La Sexta, Onda Cero...– los vídeos que les han hecho con motivo del premio.

Ahora, a Rivera, padre del proyecto, le ronda la cabeza dar un par de pasos más: extenderlo a otros colegios, concertados o públicos. Y también abrirlo a los padres. “Se lo voy a plantear a la dirección para que se lo comente a la apyma”, adelanta. Por si esa lección de convivencia y reconciliación pudiera servir no solo a los jóvenes, sino también a los mayores.