Las obras de construcción de Guardetxe, la nueva casa forestal en la sierra de Aralar, avanzan a buen ritmo. Lo cierto es que ya tiene forma, una vez finalizados los trabajos en el exterior. Se trata de una estructura de madera y cubierta inclinada y fachada de zinc. La superficie construida es de 156 metros cuadrados con un porche, una oficina de atención al público, baños, cuarto de guardia, zona común y almacén. Se plantea como un espacio ligado a la gestión y mantenimiento del Monte Aralar . Asimismo, se prevé que se ubique el punto de información turística de la sierra. 

En el subsuelo se ha habilitado un aljibe con una capacidad de 120.000 litros. “El agua sobrante se aprovechará para abastecer una balsa para la protección de anfibios. Aunque hay una fuente cerca, se seca en verano”, apunta Patxi Xabier Razkin, presidente de la Unión de Aralar, entidad centenaria formada por 19 pueblos de Sakana y Araitz que gestiona y se beneficia de los aprovechamientos y usos del Monte de Aralar, un territorio de 2.195 hectáreas. 

El Gobierno de Navarra adjudicó esta actuación a las empresas Erki Construcción Sostenible y Ensambla Madera , que licitaron juntas para este proyecto después de quedar desierto en varias ocasiones, por una importación total de 465.682 euros , IVA incluido. 

Después de casi 100 años de servicio, en 2009 el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, entonces con Begoña Sanzberro al frente, demolió el antiguo guardetxe, inaugurado en 1910. “También derribó el edificio que utilizaba Unión de Aralar, comunicando por medio de prensa y carteles ilustrados, que iban a levantar otro edificio en el mismo lugar”, recuerda Razkin. Pero pasaban los años y no se hacía nada. Tras diferentes gestiones, en 2017, el Departamento de Medio Ambiente con Isabel Elizalde de consejera, acordaron encargar un proyecto, con el foco puesto es la sostenibilidad. Una vez redactado, se licitó un año después por 81.121 euros. Asimismo, se realizó un anteproyecto de un espacio polivalente para el uso público de la ZEC Sierra de Aralar, con un presupuesto de 544.471 euros. Desierto en la primera licitación, el Gobierno volvió a sacar a concurso el proyecto al año siguiente con un presupuesto de 112.032 euros. De nuevo quedó desierto. 

“A finales de 2018 nos reunimos con el departamento, con Itziar Gómez a la cabeza, que se comprometió a aumentar el presupuesto 25,00 euros para el año 2020 y construir la caseta del guarda en ese verano, cosa que no se hizo. En mayo de 2021, los alcaldes y alcaldesas de Sakana, Larraun, Araitz y Leitzaldea mantuvieron una reunión con la presidenta María Chivite en la que anunció que había una partida presupuestaria de 125.000 euros. De nuevo, pasó 2021 sin licitar la obra”, apunta Razkin.

Al año siguiente, y fruto de una enmienda presentada por el grupo EH Bildu a los presupuestos de 2022, se habilitó una partida nominativa de 150.000 euros para la construcción de la primera fase del nuevo guardetxe. “Es una infraestructura necesaria para atender las necesidades de más de 100.000 visitantes que acuden anualmente al monte además de los y las vecinas que tienen derecho al uso y aprovechamiento de los bienes del Monte Aralar. Tras varios intentos y licitaciones desiertas, las obras están en marcha. Aunque el plazo de ejecución es para septiembre, van adelantadas”, observa Razkin