En Altsasu continuaban de carnaval, el piñata, la cara urbana de esta fiesta que el pasado martes fue multitudinaria. Ayer también le echaron ganas y la villa se transformó por unas horas en un mundo de fantasía en la que todo era posible. Pero entre una marea de variopintos personajes destacaba el blanco y rojo. Y es que muchas personas eligieron como temática los Sanfermines, una idea de una cuadrilla de jóvenes a la que se sumaron otras muchas más, hasta un grupo que estaba en Benidorm al que se unió María Jesús y su acordeón. Además, llegaron con aires reivindicativos, ortodoncia gratuita.

Momento del encierro, en el que, afortunadamente, no hubo percances reseñables. Nerea Mazkiaran

Este trío vio el encierro desde un balcón de la Estafeta. Nerea Mazkiaran

Así, corredores del encierro, pastores, toreros, la Corporación al completo con una que llevaba una fregona, efectivos de Cruz Roja y DYA, carpinteros del vallado, gaiteros, guiris o miuras sin faltar San Fermín, que volvió a salir en procesión, poblaron la villa. También andaba por allí una cuadrilla de andinos con su música y unos CDs a la venta.

Y es que había ganas de juerga, de aparcar la rutina y de sumergirse en la fiesta. Además, el carnaval cuenta con todos los ingredientes para ello, de jugar con el tiempo, el espacio y la máscara, de meterse en la piel de otros personajes y disfrutar de otra manera.

Esta misión de astronautas hizo tierra en Altsasu. Nerea Mazkiaran

La zona cero al mediodía fue la plaza, el punto de encuentro de diferentes tribus que aportaron color y humor en una soleada jornada. Había de todo: aguerridos vikingos, superhéroes, protagonistas de películas clásicas del cine como Leila de La Guerra de las galaxias o la Novia de Bill Kill entre otras. Lo cierto es que el cine siempre es fuente de inspiración a la hora de elegir disfraz. También había estrellas de la música de todos los tiempos, con algunos indispensables como Freddy Mercury o Elvis Presley, mejicanos, hippies, alienígenas, astronautas en plena misión espacial, egipcios con momia incluida, la escudería de McLaren o vaqueros que se habían bajado de sus caballos entre otros personajes, sobre todo en grupos, aunque también quién iba por libre. Hasta un grupo de amish dejó por un día sus costumbres y asilamiento para no perderse esta fiesta. En avión llegaron dos tripulaciones, que aprovecharon la escala en Altsasu para unirse a la fiesta.

Este grupo de amish también se unió a la fiesta. Nerea Mazkiaran

Por otro lado, un grupo de sufragistas aprovechó la afluencia de gente para reivindicar el voto para la mujer. Asimismo, peregrinos que estaban haciendo el Camino de Santiago tomaron la ruta de Sakana para hacer un alto, mientras otro grupo de exploradores investigaba entre las diferentes especies que se encontraba.

De poner la música se encargó la banda Haize Berriak, convertida ayer en músicos de todas las épocas, reales o imaginarios. Llegada la noche, las calles de Altsasu fueron mudando, y mientras algunos personajes desaparecieron llegaron otros nuevos, a cientos, que buscaron el calor de los bares.

Aguerridos vikingos llegaron ayer a la villa. Nerea Mazkiaran

Ya entrada la Cuaresma, los y las altsasuarras dieron ayer por finalizada las celebraciones en honor de Don Carnal por este año. Comenzaron el pasado domingo con el carnaval txiki y continuaron el martes, cuando miraron a un pasado rural, una catarsis colectiva en la que se volvió mostrar su arraigo popular y tirón turístico. Entre tanto, fueron las celebraciones de Santa Águeda, palabras mayores en la villa. Y es que en Altsasu saben cómo alegrar el invierno.