“Todavía nada se equipara a estar en una sala a oscuras, que durante dos horas se nos olvide lo que hemos hecho hoy, lo que hemos dicho o no hemos dicho y en ese tiempo conectar, como colectivo, y aprender de las historias de seres humanos”, con esta defensa del cine en pantalla grande, el realizador navarro Félix Viscarret ha presentado en la Muestra de Cine Español de Tudela su última película Una vida no tan simple. Viscarret ha recibido un homenaje por su trayectoria que inició en 2007 con Bajo las estrellas, su ópera prima con la que se llevó el premio a la mejor dirección en el festival de la capital ribera, la Biznaga de Oro en Málaga y el Goya al mejor guión adaptado (era una novela de Fernando Aramburu). Junto a él ha estado presente el actor Álex García, que interviene en el largometraje.

Para este pamplonés, que realizó su primer cortometraje, Dreamers en 1999, con el que obtuvo una mención especial de honor en la sección de cortometrajes Panorama del Festival Internacional de Cine de Berlín, el eje de lo que busca contar en la gran pantalla son “historias del momento en que creemos que estamos perdidos. Es una constante. Sigo pensando que los seres humanos estamos en el centro de un torbellino y merece la pena que empaticemos unos con otros. Lo divertido de los seres humanos es que estamos por delante de ese lío mental. Todo se trata de encontrar nuestro lugar y darnos cuenta de que nada es tan grave y que somos muy afortunados por estar aquí”.

"El ser humano está siempre cambiando, es un proceso doloroso y somos muy ridículos cuando nos resistimos a los cambios"

Félix Viscarret - Director de cine

Su último largometraje narra precisamente el momento en que el protagonista Mikel Esparbé (Isaías) encuentra que no está en el sitio que debería estar y que ha perdido un barco que puede retomar. “Es una película muy personal que surge de cosas que empiezo a observar en mi vida, en mi entorno, ante la entrada en la vida adulta. A veces mirando con humor, otra con lo patéticos que podemos ser cuando nos resistimos a los cambios y cómo hacemos malabares entre lo profesional y lo personal, la pareja, los niños, los deseos, el éxito, el reconocimiento…”

En este sentido Viscarret niega que se trate de un retrato de la crisis de los 40, “son momentos en los que estas perdido y es un proceso que nos ha de llevar a hacer las paces con nosotros mismos y encontrar nuestro lugar”. Dada la amplia perspectiva de las crisis que viven los cuatro personajes principales en un momento u otro de la historia, le ha llenado de satisfacción que en ocasiones la gente le diga “¡pero si es que es mi puta vida!”, como han hecho muchos espectadores. Por este motivo asegura que son situaciones que tarde o temprano van a afectar a todos ya que “el ser humano está constantemente cambiando y siempre nos resistimos al cambio. Decimos ‘conozco mi vida’ y en ese momento entras en una nueva fase y tienes que adaptarte y aprender. Es un proceso doloroso y los seres humanos somos muy ridículos cuando nos resistimos a los cambios”.

El homenajeado reconoció que se siente muy identificado con el tono que da Woody Allen a las películas, con el retrato de las ciudades, su melancolía del paso del tiempo y el aire de sarcasmo, “me siento muy cercano a un determinado tipo de comedia donde ese sentimiento de pérdida que tiene la vida, de melancolía que tiene cabida, incluso en la comedia. Es un tono donde me parece que es bonito explorar. Una parte de la cotidianidad que nos permite reírnos de nosotros y de una parte que se nos escapa”.

"No es una crisis que vaya con la edad, puedes estar así a los 30, a los 40 o a los 50"

Álex García - Actor

Una vida no tan simple es la primera película en la que él es el guionista, ya que en las anteriores se ha basados siempre en novelas, algo que no le ha dado más libertad, ya que también la sintió cuando seguía las obras de “grandes escritores a los que admiro”. “Todos han sido muy generosos y genuinamente desprendidos. Cuando saltas a esas aventuras tienes que amar esos hijos adoptivos tanto como si hubiera nacido de ti, si no al final el compromiso no va a ser tan pleno. Yo lo vivo como que todos los que intervenimos somos un equipo y no he sentido esa presión en el pasado. Es un material de un gran autor que respetas y admiras. El cine es la más colaborativa de las artes”.

Apoyándole estuvo el actor Álex García, pese a que llegó tarde porque se pasó de estación y apareció en Tafalla (“me ha dado la oportunidad de conocerla y es una ciudad preciosa”, dijo), que solo tuvo palabras de agradecimiento y cuyo papel aceptó aunque en aquella temporada (justo después del confinamiento) tenía muchos proyectos. “Yo estaba con muchas cosas y tenía esa incertidumbre. Me apetecía parar profesionalmente y respirar, encontrarme con buena gente y buenos directores. Lo único que importa es encontrar a buenas personas, que no está reñido con el talento. Acabé cenando en su casa con su maravillosa familia y su hija tocó el arpa, lo que acabó de decidirme”, dijeron entre risas. García explicó que “cada uno de los personajes hacen crack en algún momento de la película. Eso es lo que me agarró desde el principio de la historia y me pareció emocionante. No es una crisis que vaya con la edad, en ese punto se puede estar a los 30 años, a los 40 y a los 50. Depende del momento en el que te hagas la pregunta y si no te la has hecho, cuando te la hagas te acordarás de la peli”.

El navarro elogió el trabajo de las actrices, Ana Polvorosa y Olaya Caldera, y explicó como muchos de los ensayos los realizaron en su propia casa. “Han sido un cuarteto maravilloso. Ensayaron en el salón de mi casa muchas veces porque aunque es una historia de cuatro personas en muchas de las escenas estaban solo dos a dos”.

"Yo quería contar historias sobre personas y hacer conectar a la gente"

Félix Viscarret - Director de cine

Para Viscarret, dedicarse al mundo del cine ha sido algo lógico a lo que tenía que llegar, pero viéndolo con perspectiva, “en ese momento estaba muy perdido y sentía que estaba haciendo malabares con las decisiones vitales y que acababa en el cine de forma fortuita. Pero coges distancia y te das cuenta que no es así, que todo te ha llevado allí. Yo escribía las obras de teatro en Jesuitas, dibujaba cómics, escribía guiones, teníamos un grupo de música... Pero en ese momento no lo tenía claro. Yo quería contar historias sobre personas y así conectar entre todos. Hacer reír a la gente con una misma historia o unir al público en un mismo sentimiento. Conectar”.

El realizador homenajeado ayer ha rodado en cine los cortometrajes Dreamers, Canciones de invierno, El álbum blanco y Los que sueñan despiertos, las películas Bajo las estrellas, El Canto del Loco - Personas: la película, Vientos de La Habana, Saura(s) (documental), No mires a los ojos y Una vida no tan simple. En televisión ha realizado varias series Hispania, la leyenda (4 episodios), Marco (2 episodios), Cuatro estaciones en La Habana (4 episodios), Patria (4 episodios) y Galgos (6 episodios).