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Arrancan las obras de la casa parroquial de Altsasu con su derribo

Con un presupuesto de 700.000 euros, se construirá un nuevo edificio de menos altura

Arrancan las obras de la casa parroquial de Altsasu con su derriboNerea Mazkiaran

Esta semana ha comenzado el derribo de la casa parroquial de Altsasu, construida hace unos 100 años, engullida por las máquinas para dar a paso a un nuevo inmueble, más moderno y funcional, “sin barreras arquitectónicas y más vida”, como destaca el párroco de Altsasu, Patxi Izco. Y es que el edificio, salvo la sacristía y el despacho, llevaba prácticamente cerrado algunas décadas. Se prevé que las obras se prolonguen durante un año.

Izco recuerda que este proyecto comenzó a gestarse hace cincos años y por diferentes razones, entre ellas la pandemia, se ha retrasado. “Se barajaron las dos opciones, reformar el edificio o empezar de cero. La casa era muy grande y había que adaptarla a las necesidades actuales. Se vio que era más viable derribarla”, apunta.

La nueva casa parroquial será de menos altura, ganando protagonismo la iglesia. Además, se prevé que salga a la luz una vidriera de San Miguel Aralar, oculta por las escaleras del antiguo edificio. En la planta baja se ubicará la sacristía y una sala de reuniones, además del despacho parroquial. En la primera planta se habilitarán salas para usos pastorales como catequesis. No obstante, Izco señala que estarán abiertas a la ciudadanía en general. En la segunda planta, de menor superficie, se ubicará la vivienda del párroco.

En relación a la estética del edificio, será “acorde con la estética de la plaza, con piedra y madera”, apunta Izco, al frente también de las parroquias de Olazti y Ziordia. El acceso seguirá siendo por la calleja a la plaza Zubeztia y también se mantendrá el banco corrido de piedra, según apunta Izco. Lo cierto es que las obras han generado expectación en la villa, y también diferentes conjeturas.

El presupuesto ronda los 700.000 euros. Para su financiación la parroquia vendió hace un par de años el Centro Xabier y ha solicitado un préstamo de 500.000 euros, avalado por el Arzobispado. Las obras han sido adjudicadas a Construcciones Lizarraga.

“Es una obra muy esperada y acogida con mucha ilusión en la parroquia. Nos hemos quedado sin calefacción porque la caldera y el depósito de gasoil estaba en la sacristía. Quiero agradecer la generosidad de las personas que acuden a las celebraciones y la catequesis. Afortunadamente, estamos camino de la primavera y pronto comenzarán las misas en la ermita del Cristo de Otadia. El tema de la calefacción es cuestión prioritaria y esperemos que esté resuelto para el próximo invierno”, avanza.