Más de medio centenar de personas asistieron el pasado viernes a la presentación del III Informe sobre la tortura y otros malos tratos en Navarra desde 1979 a la actualidad realizado por el Instituto Vasco de Criminología de la UPV. Estuvieron presentes la integrante de la Red de Personas Torturadas en Navarra, Ainara Gorostiga, pero también Laura Pego, directora de la investigación y doctora en Derecho y Jeannette Ruiz Goikotxeta, Psicóloga Clínica y coordinadora del protocolo pericial para la investigación.

Gorostiaga explicó que uno de los objetivos del estudio es “sacar casos que se han ocultado durante décadas” y tratar de que haya un proceso de “reconocimiento, reparación y garantías de no repetición”. Pego, en su intervención, explicó las cifras que ha deparado este informe (1.083 casos desde 1960, 741 desde 1979) pero señaló que en la Ribera “somos conscientes de que hay una cifra negra importante no hemos podido llegar bien y sabemos que hay más casos posible”. Para esta jurista, catedrática de la UPV aseguró que pese a haber entregado las conclusiones, “la investigación no stá aún cerrada” y cifró en 5.000, la cifra de documentos que han conseguido recopilar para el informe, “nos ha sorprendido el número de mecanismos internacionales que hacen referencia a casos en Navarra, dando ese reconocimiento de veracidad”.

Jeannett Ruiz y Laura Pego durante la presentación Román

Goikotxeta, psicóloga y una de las que ha realizado el Protocolo de Estambul a 50 casos, explicó cómo se realiza ese proceso, un manual para la investigación y documentación eficaz de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. En su discurso agradeció la constancia y trabajo de la Red de Personas Torturadas en Navarra, “no sé si son conscientes de su labor, porque gracias a su empeño ha salido la ley”. Por último indicó que a partir de 2000 “ya no se ven cuerpos agredidos, con marcas, se cambian los métodos”, dejando menos rastro con la tortura que pretende “infundir y difundir el miedo, anular a una persona y conseguir confesiones o autoinculpaciones”, de hecho, Pego indicó de que hay personas que cumplen condenas porque se autoinculparon en su declaraciones, lo que no debería producirse.