Los trabajadores y trabajadoras del servicio de Hospitalización a Domicilio del hospital García Orcoyen de Estella-Lizarra protagonizaron ayer por la mañana una concentración en contra del inminente cierra del servicio que con toda seguridad se podría producir el próximo 1 de julio. Acompañados por alrededor de medio centenar de compañeros sujetaron una pancarta en la que tanto en euskera como en castellano decía: “Hospitalización a Domicilio no se cierra”.

También en ambos idiomas se expresaron las enfermeras del servicio Alba Lainez y Alicia Calanda. Informaron que fue hace dos semanas que fueron informados los trabajadores del servicio del cierre del mismo “por falta de personal médico y con este mantra de falta de personal médico no se puede esconder la mala gestión y planificación de los recursos humanos”.

En su alocución defendieron que la hospitalización a domicilio es un servicio esencial para la población que se debería potenciar, “más aún si cabe en Tierra Estella, una zona rural con gran dispersión y población envejecida”. También trajeron a colación las palabras del consejero Domínguez hablando del servicio: “Se trata de un sistema que ofrece muchos beneficios tanto para el paciente como para la familia”. “No podemos estar más de acuerdo”, aseguraron las portavoces.

Así mismo, recordaron que no es la primera vez que se cierra este servicio “ni es el único servicio del hospital afectado”, por lo que indicaron, “refleja la falta de apoyo de las autoridades sanitarias al Área de salud de Estella”. “Nosotras creemos en este servicio y en la continuidad del funcionamiento de este hospital”, finalizaron.