Nueva medida del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y nueva desazón dentro del sector cinegético navarro. En este caso, las sociedades de cazadores han vuelto a denunciar que no se haya contado con ellas desde el Ejecutivo foral, al haberse enterado el pasado 2 de agosto, con su publicación en el Boletín Oficial de Navarra, de una disposición general de vedas en la que se ha introducido un cambio de enjundia asociado a la caza de la perdiz.

La Orden Foral 212E/2024, del 5 de julio, por la que se aprobó la citada disposición general de vedas, siguió en la gran mayoría de puntos los mismos esquemas empleados en los últimos años. No obstante, en uno de ellos, el artículo número 11, referido a la perdiz, se incluyó una importante modificación a la hora del establecimiento de los días que el Gobierno foral autoriza a cada acotado para la caza de esta especie cinegética. En líneas generales, se autoriza la caza de la perdiz desde el próximo 1 de noviembre hasta el 26 de enero del 2025, los domingos y festivos de carácter nacional, foral o local, con un horario que se alargará, como máximo, hasta las 14 horas y un cupo máximo de dos perdices por persona cazadora y día.

Más allá de estas variables semejantes a las de los años anteriores, se ha adoptado una nueva metodología para determinar el número máximo de días de caza en cada coto, que anteriormente venía fijado por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, de igual manera para todos los cotos. Sin embargo, a partir de este año, ese número máximo procede de una suma en la que se deben tener en cuenta varios factores. A pesar de que el Ejecutivo foral ha publicado en su portal web el listado completo con los días asignados para cada coto, las sociedades de cazadores se sienten ignoradas y desvalidas, puesto que ni han recibido ninguna clase de explicación para comprender el nuevo sistema, ni tampoco se les presta atención alguna desde el propio departamento.

Por este motivo, decenas de asociaciones de cazadores se están poniendo en contacto con la Federación Navarra de Caza (FNC), la entidad que vela por los derechos del sector y que durante los últimos 15 días ha tenido que invertir esfuerzo y recursos en exponer al colectivo cinegético el contenido de una modificación a la hora de fijar los días de caza de la perdiz que no es, precisamente, ni clara ni sencilla.

Como se ha indicado, el Gobierno de Navarra determinaba hasta este año los días de caza en cada acotado en función de los resultados que se habían obtenido en los muestreos de primavera, unos conteos llevados a cabo por las propias sociedades de cazadores. A partir de este 2024, para llegar a ese número habrá que tener en cuenta diversos condicionantes. Por un lado, se deberán seguir observando esos censos: si se han visto igual o mayor cantidad de perdices que el año precedente, se concederán dos días de caza; mientras que, si se ha visto una cifra inferior, se podrá disponer de un único día de caza. Eso sí, para que esta asignación tenga efecto, se habrá de superar en cada coto el 50% de la potencialidad determinada en su plan cinegético. De no superarla, no se podrá cazar perdices en ese acotado.

Por otro lado, se supo recientemente que el Servicio Forestal y Cinegético había encargado al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) un estudio para categorizar todos los cotos de Navarra. Para ello, se analizaron ocho factores, cinco ambientales (índice de rugosidad del terreno, índice de diversidad del paisaje, superficie forestal no arbolada, cultivos de secano y cultivos de regadío) ytres relacionados a las variables poblacionales de cada coto (densidad media entre los años 2000 y 2006, tendencia poblacional entre el 2000 y el 2013 y tendencia poblacional entre el 2014 y el 2022).

Una vez obtenida toda esa información, el IREC instauró tres tipos de cotos. Los pertenecientes a la categoría 1 podrán obtener dos días más de caza de perdiz; los del grupo 2, un día más; y los del tres no podrán sumar ningún día más. Pero para que estas jornadas de caza se puedan añadir a las anteriores, se ha de cumplir con una exigencia: que la densidad de perdices en el coto sea superior a 0,15 ejemplares por hectárea, una cifra que no suele ser habitual en Navarra (salvo excepciones), ya que se trata de una densidad elevada.

Por último, todavía se añade otra situación más que hay que valorar, la de los trabajos en beneficio del hábitat, ya que, si un acotado ha desarrollado tres proyectos diferentes e independientes de mejora del hábitat durante los últimos cinco años, sus cazadores podrán sumar un día extra de caza de perdiz. Para poder aplicar este criterio, se lo ha de solicitar al Gobierno de Navarra mediante la presentación de un documento cumplimentado y firmado por la entidad responsable de la gestión del acotado y, si es diferente, también por la titular del coto. El plazo para ello finaliza el 23 de agosto.

Aunque con esta nueva disposición, los días de caza resultantes no difieren en gran medida de los designados otros años (salvo casos concretos), las sociedades de cazadores no comprenden por qué no se les han explicado los nuevos parámetros, ya que no entienden, por ejemplo, los motivos por los que un determinado coto pertenece al grupo 1 y otro al 3. También critican que no se les haya informado de cómo se realizó el estudio del IREC (del que, asimismo, se desconoce su coste), ni de las razones por las que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha decidido variar la forma de proceder en la orden general de vedas de este año.

Desde la Federación Navarra de Caza se manifiesta que el sector cinegético es plenamente consciente de la situación de la perdiz, una especie sobre la que se han hecho en los últimos años un sinfín de estudios e informes. Por ello, el elaborado por el IREC, además de no aportar ninguna información nueva ni relevante, redunda en un problema que el Gobierno de Navarra continúa sin solucionar: la falta de inversión directa en la recuperación de la perdiz. En lugar de redactar más informes al respecto, el organismo reclama al Ejecutivo foral que invierta en proyectos de mejora del hábitat y de recuperación de la especie, unos planes para los que no se ha destinado ni un solo euro en los últimos años. –

Estudio del IREC

Cotos del grupo 1. Son aquellos que tuvieron una alta densidad de perdiz, pero que sufrieron un fuerte descenso, del que parecen no recuperarse. Son de menor extensión, más abruptos, con menos regadíos y con mosaicos de matorral y secano.

Cotos del grupo 2. Aquí están incluidos los que no tuvieron una densidadtan alta de perdiz, que también sufrieron un descenso, pero que ahora parecen estables. Tienen una menor diversidad paisajística y una mayor extensión de secano.

Cotos del grupo 3. Son acotados que tuvieron una alta densidad de perdiz y que sufrieron un descenso menos acusado, aunque esa bajada se ha acelerado recientemente. Son más llanos, con poco matorral, y en ellos predomina el regadío frente al secano.