La localidad de Lerga puso en valor la cultura de su tierra con la celebración de la XII Fiesta de la Vendimia. Una jornada que reunió a una multitud con ganas de degustar el vino de la bodega local, Claudalía, y de otras nueve bodegas de la zona: Cooperativa San Miguel (Eslava), San Francisco Javier (Sada), Mendiko (Aibar), Aristu y Azpea (Lumbier), San Martín, Beramendi y Ayerra (San Martín de Unx) y Evena (Olite).

La multitud disfrutó de vinos de diez bodegas de la zona.

La bodega local fue la encargada de abrir la fiesta y dedicó un mensaje a la juventud: “Bebed vino. Hay muchas formas de hacerlo. Si se bebe vino se mantienen los viñedos y la vida en los pueblos. ¡Viva el vino!”, exclamó. Tras el pregón, los más jóvenes procedieron a la pisada de la uva y se sirvió el primer mosto del año.

Durante el día no faltó animación. Hubo Kantuz y, después, el grupo Trikidantz amenizó la mañana. Tras la degustación de los vinos de la zona hubo comida popular a la que asistieron 60 personas. Por primera vez, la fiesta se celebró en sábado y no en domingo por petición de la juventud y hubo “buena respuesta”, afirmó la alcaldesa, Txaro Zabaleta.

El Kantuz y el grupo Trikidantz pusieron la nota musical animando a la gente.

Las viñas fueron el sustento principal de las familias de Lerga durante décadas, así como los olivos y el cereal. Hoy en día estos tres cultivos se han convertido en símbolos de la localidad y, a partir de ahora, ocuparán un lugar especial. El vecino José Mari Iriarte ha realizado tres tallas de piedra representando estos cultivos y las obras han sido colocadas junto a una de las entradas a la plaza del Ayuntamiento: “Trabajo la piedra por afición y se me ocurrió tallar la uva, el trigo y las olivas como homenaje a los que cultivaban la tierra”, explicó.

El primer mosto del año se sirvió en la plaza.

La Fiesta de la Vendimia fue un día completo para ensalzar el producto local y amenizar el pueblo.