Comprar un coche eléctrico resulta cada vez más habitual. Los hay en prácticamente todos los concesionarios. Lo difícil, lo que de verdad cuesta tiempo y se eterniza, es cobrar la ayuda de hasta 7.000 euros del Plan Moves, una iniciativa estatal que debería impulsar la electrificación del parque móvil en todo el territorio, también en Navarra, pero que se convierte en un laberinto para muchos compradores: muchos tienen que esperar 18 meses, en algunos casos incluso más, hasta recibir en su cuenta corriente la subvención. 

Solo en 2024 se vendieron en la Comunidad Foral 1003 coches movidos exclusivamente por baterías, una cifra que se superará ampliamente este año; hasta julio, se habían vendido en Navarra 771 turismos y todoterrenos eléctricos. “Pues bien, ahora mismo están comenzando a cobrar las ayudas quienes adquirieron un vehículo eléctrico a finales de 2023 o comienzos de 2024”, explica Carlos Sagüés, presidente de la Asociación Navarra de Concesionarios y Talleres de Reparación de vehículos. Un retraso que desanima a algunos compradores, que afrontan un precio de partida en su coche algo más alto, que en muchos casos instalan asimismo un poste de recarga en el garaje de su casa y que se quejan del extensísimo papeleo que deben rellenar para acceder a una ayuda que al final se demora tanto. 

Solo la documentación de la solicitud inicial son siete páginas, que incluyen por ejemplo la presentación de tres presupuestos de tres proveedores diferentes, con lo que supuestamente debe demostrar que ha escogido el coche que mejor se adapta a sus necesidades. A todo ello hay que sumar posteriormente una memoria justificativa de la inversión realizada. El proceso es tan laborioso que muchos compradores optan por contratar los servicios de una gestoría profesional. 

30% de deducción fiscal en Navarra En el caso de la adquisición de vehículos eléctricos o híbridos enchufables, la deducción asciende al 30% para vehículos eléctricos puros y al 5% para los híbridos. Si se solicita ayuda para la infraestructura de recarga, se podrá deducir hasta un 15% si la potencia es inferior a 7,4 kW; hasta un 17%, si la potencia varía entre 7,4 kW y 22 kW; y hasta un 20%, si la potencia es superior a 22 kW.


“Es muy farragoso y tedioso”, señala Sagüés, partidario de aplicar un sistema de ayudas directas mucho más ágil, o incluso de un beneficio fiscal similar al que Noruega ha aplicado durante el último cuarto de siglo. El país escandinavo decidió suprimir ya en 2001 el IVA de los coches eléctricos, mientras que aplica nada menos que un 25% a los coches de combustión. El resultado ha sido espectacular: más del 90% de los coches nuevos que se venden en Noruega, un país con escasa densidad de población y bajas temperaturas que recortan el rendimiento de las baterías. 

Nada de esto ha desanimado a los compradores noruegos, que han reaccionado como se esperaba a un incentivo económico ágil y sencillo. A otra escala, algo similar sucede en Navarra, pionera en las desgravaciones fiscales a la compra de vehículos –se hacen efectivas en la declaración de Hacienda del año posterior a la compra– y que han contribuido a situar a la Comunidad Foral como el territorio con mayor penetración del coche eléctrico. 

La UE obliga a justificar cada euro en ayudas

No hay un único motivo que explique las largas esperas para cobrar unas ayudas que, unidas al ahorro que a largo plazo supone no repostar en gasolineras, convierten el eléctrico en una opción muy atractiva para determinados consumidores. La burocracia y gestión administrativa es quizá la más importante de todas: el proceso de tramitación de las ayudas es complejo y la revisión y aprobación de cada solicitud, junto con la comprobación de la documentación, se demora irremediablemente y suponen cientos de horas de trabajo en empleados públicos que podrían desempeñar otras tareas más productivas.

El Kia EV3 es uno de los eléctricos de mayor éxito en el mercado. Redacción DNN

“Como sucede con otros fondos MRR, Europa pide que se justifique cada curo que se gasta”, explican desde el Gobierno de Navarra. El Ejecutivo explica que los retrasos son comunes en todas las comunidades, que se ven desbordadas por el ritmo continuo de petición de ayudas. “Enel Ministerio con conscientes de que este retraso está generando malestar entre los ciudadanos y quieren agilizarlo para las siguientes convocatorias”, añaden desde el Gobierno foral, cuya administración es la encargada de adaptrar a Navarra la regulación del Moves y de ir rsolviendo posteriormente las solicitudes.  

Retraso con motivación politica

En numerosas ocasiones se produce asimismo un retraso ya de partida, con causas exclusivamente políticas. Ha sucedido por ejemplo este año por la falta de apoyos del Gobierno de Pedro Sánchez. Al no ser aprobado en el Congreso de los Diputados el Decreto Omnibus en el que se incluían las ayudas al coche eléctrico del Plan Moves, estas no fueron aprobadas hasta abril, por medio de un Real Decreto.

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A partir de ahí, es el turno de las comunidades, que son las encargadas de gestionar las ayudas. Navarra anunció la semana pasada que “el Departamento de Industria, Transición Ecológica y Digital Empresarial, a través del Servicio de Transición Energética, publicará en breve las bases reguladoras de las ayudas”. Solo entonces, y una vez resueltas las peticiones pendientes, podrá comenzar a estudiar los 1.600 expedientes recibidos solo desde el 1 de enero. 

Precisamente, el elevado y creciente volumen de solicitudes, como sucedió en el caso de las ayudas para las envolturas en fachadas, está generando un embudo administrativo a la hora de resolver las ayudas.