Segundo día de fiestas y a las puertas del fin de semana, los niños y niñas fueron protagonistas. Y es que era el Haurren eguna, un día que tiene nombre propio y una programación con el foco puesto en las actividades infantiles. El pistoletazo de salida fueron cinco cohetes al mediodía, tantos como menores elegidos por la suerte en un sorteo por ciclos en Ibarberri Eskola. Eran: Goiuri Martinikorena Saralegi, Joaquín Irujo Suárez, Aratz Etxarri Zubeldia, Andrea Garde Hueso y Unai Ijurko Chasco. A los cohetes les siguió una lluvia de caramelos. De la música se encargó la batucada Martillotxiki y La Escuela de Música Aralar

Aratz Etxarri, Joaquín Irujo, Goiuri Martinikorena y detras Unai Ijurko y Andrea Garde lanzaron los cohetes.. N.M.

Por otro lado, en torno a 200 txikis pasaron por Beigorri Parkea, que abrió sus puertas a la población infantil para pasear entre robles, con cuatro circuitos. Muy cerca, en el polideportivo Plazaola, tamibén mañana y tarde, hubo un parque infantil con castillos hinchables. Asimismo, se pudo pasear en el tren txu-txu por las calles de Lekunberri.

Uno de los actos imprescindible y de toda la vida en la programación infantil es el zezensuzko, locas carreras para escapar de un peculiar astado en una atmósfera de fuego, humor y olor a pólvora, a eso de las nueve de la noche. Ayer fueron dos, con uno extra al mediodía. Y es que el torico de fuego no pudo salir el día anterior por la lluvia y con la carga de pirotécnica adquirida para cinco días, el Ayuntamiento pensó que ayer fuera doble. Asimismo, al mediodía salieron los kililis, un avance del esperado regreso de los gigantes el sábado y el domingo. 

“Es costumbre organizar un acto de bienvenida a nuestra comunidad”, recordó a las familias el alcalde, Arkaitz Goikoetxea, en la recepción ofrecida en el Ayuntamiento a los niños y niñas nacidas a lo largo de 2023 para entregarles un pañuelo festivo. Estaban convocados 11 txikis: Peio Goikoetxea Ilarregui, Markel Iribarren Azpirotz, Gabriela Osievchii, Alaia Rodríguez Navarro, Izadi Toribio Perrigo, Alisalem Ali Salem Bachir, Naroa Leoz Urbizu, Aicha Majtiti, June Martínez Valencia, Antonella Ospina Torres y Valeria Sánchez Zubillaga. “Es una quinta pequeña”, observó el alcalde. Y es que después de un gran crecimiento demográfico, la población se ha estabilizado. Lo cierto es que en 2001 eran 873 habitantes, 1.437 diez años después y 1.617 en 2021.