El autobús de línea ha dejado de pasar por Satrustegi y Ekai. Tampoco se le espera en Egiarreta, Izurdiaga, Aizkorbe, Urritzola, Errotz y Etxeberri, situación que obliga a los vecinos y vecinas de estos ocho concejos de Arakil a coger el coche o a ir andando hasta el pueblo más cercano en el caso de no disponer de un vehículo, un trayecto por el arcén y sin iluminación cuando cae la noche.
Desde mayo del pasado año, cuando se implementó el nuevo servicio NBus, cuentan con un transporte a demanda. “No responde a las necesidades de la población”, incide la alcaldesa de Arakil, Oihana Olaberria. “Se ofrece tres días a la semana, los lunes, miércoles y sábado con dos trayectos de ida y vuelta. En Arakil hay muchas personas mayores que no disponen de vehículo. No podemos tener a los vecinos y vecinas de medio Arakil sin este servicio”.
Por ello, el Ayuntamiento está valorando ofrecer un servicio a demanda propio. “Estamos estudiando las necesidades en cada concejo, persona por persona. Está el tema de extracciones de sangre en los centros de salud de Irurtzun y Arakil, o el mercadillo de Irurtzun, las extraescolares de la chavalería por la dificultad que a veces supone la conciliación… Queremos dar respuesta a las necesidades básicas de la población”, incide la alcaldesa. “Sabemos que no es fácil. Veremos hasta dónde podemos llegar. El transporte a la demanda actual no funciona aquí ni tampoco en Ergoiena porque lo pusieron en marcha sin tener en cuenta las necesidades de nuestros valles. En las entidades locales conocemos la situación de primera mano y tenemos los brazos abiertos a colaborar con el departamento”.
DESPOBLACIÓN
Olaberria pone el foco en que es un servicio básico para frenar la despoblación en las zonas rurales. “Tenemos una autovía que vertebra Sakana, una comarca bien comunicada pero sin apenas servicio de transporte público para la población, con gente muy mayor que requiere un seguimiento de su salud. No hay autobuses ni tampoco trenes. Mientras se habla de descarbonización y transición energética se fomenta el transporte privado”, lamenta.
Asimismo, pide colaboración entre los diferentes departamentos del Gobierno de Navarra para trabajar de manera conjunta. “El Ayuntamiento de Arakil ha solido costear taxis para el transporte escolar porque el alumnado del valle no contaba con este servicio”, recuerda.
En estos cinco pueblos se dan situaciones diferentes. En el caso de Ekai y Satrustegi es porque las marquesinas, instaladas cuando se construyó la autovía, no cumplen la normativa actual respecto a seguridad. Así, los autobuses de línea de NBus han dejado de parar para coger o dejar viajeros. “El caso de Aizkorbe es curioso”, observa la alcaldesa. “Como tampoco cumple los requisitos de seguridad, no paran los autobuses de La Burundesa pero si los de Muguiroarra y Leitzaran, por lo que hay vecinos de Irurtzun que van andando hasta Aizkorbe o bajan de igual modo a Irurtzun”.
Además de “dar muchas vueltas con este tema en el Gobierno de Navarra”, el concejo de Satrustegi acudió al Defensor del Pueblo. “Puso un mediador del departamento de Transporte. Pero Transportes y Administración Local se tiran la pelota entre ellos y no dan una solución”, apunta José Antonio Angulo, presidente del concejo.
En los pueblos de Arakil también se quejan de que el servicio es escaso y con pocos horarios. A lo anterior se une que a veces no hay plazas libres en los autobuses de línea, motivo de protestas de usuarios y usuarias en toda la comarca.