Medio centenar de músicos participaron en una de las citas que ya se ha asentado de forma indiscutible en las fiestas de invierno de Andosilla: la concentración de txistularis, que llenó las calles y plazas de buen ambiente.

Y es que, tras tomar un caldo caliente y un café con pastas y dulces (este año en lugar de hacerlo la asociación local, el Consistorio lo encargó en Los Porches) se les entregó un detalle a todos los participantes; un bolígrafo serigrafiado.

Tras la foto de familia arrancó un pasacalles hasta la residencia, donde amenizaron a los más mayores, y después fueron hasta el barrio del Puente. Sobre mediodía volvieron a la plaza donde la brigada hizo unas brasas y ofreció txistorra y panceta y, acto seguido, arrancaron las dantzas. “Participaron unas 25 dantzaris al son de todos los txistus; fue un momento muy bonito”, apuntaban los organizadores.

Llegados desde diversos puntos de Navarra como Tudela, Estella, Tafalla, o Peralta, así como de Iparralde, Zarautz, Pasaia, o Bilbao, algunos se marcharon a casa antes de comer, pero fueron muchos los que se quedaron en El Gallinero, el txoko de David Vicuña, el mentor del txistu en Andosilla.

Los músicos andoleses agradecen “la implicación del Ayuntamiento, sobre todo del alcalde José Manuel Terés y de la concejala Sofía Martínez; nos pusieron muchas facilidades para que la concentración saliese adelante, tanto a nivel económico como personal”.