El lunes joaldunak y mozorros pasaron calor en Ituren, con termómetros que marcaban 21 grados. Pero este martes el mercurio bajó hasta los 10 grados e incluso a ratos hizo presencia la lluvia, algo que nadie quiere en carnavales.

Tras los obligados almuerzos comenzó la vestimenta, un proceso que lleva su tiempo y es un espectáculo. Tras una primera vuelta por el pueblo los 36 joaldunak de Zubieta, junto a 10 txikis, acudieron hasta el molino para esperar a sus vecinos de Ituren y Aurtiz. A las 15.40 horas llegaban hasta el punto de encuentro 26 joaldunak de Ituren con un txiki y 12 de Aurtiz junto a 2 txikis. El total de la comitiva, 87 joaldunak, comenzó el trayecto e hizo una entrada espectacular en Zubieta tras atravesar el puente de acceso. Después de dar un paseo por el pueblo, llegó el momento más esperado del día, la llegada a la plaza.

Inquietantes mozorros acudieron hasta Zubieta. JUAN MARI ONDIKOL

Finalizada la actuación, al igual que el lunes en Ituren, llegó el desmadre con la aparición de los mozorros. Unos pescadores convirtieron la localidad en una auténtica lonja (por el olor), salió en procesión Nuestra señora de Ia Iratze meta, hubo también un concierto de rock, un peligroso tío vivo, un espectacular tren, además de todo tipo de disfraces inquietantes y llamativos personajes.

Hay cantera en Zubieta, 10 joaldun txikis en el día de ayer. JUAN MARI ONDIKOL

El más veterano en los joaldunak de Zubieta, Peio Mutuberria, afirmó, a sus 65 años, “estar contento con el día y feliz por tener salud y poder salir un año más”. Reconoció que lunes no acudió a Ituren: “los veteranos con un día ya nos vale, es duro para rodillas y caderas”. En cuanto al carnaval, añadió que “para los zubitarras es un día especial, los sentimos como algo nuestro, una fiesta nuestra”, asombrado con la cantidad de visitantes, “hay mucha gente, cada vez más, y eso que se hace entre semana, si fuera en fin de semana sería imposible, no hay sitio en el pueblo”. Entre esos visitantes se encontraba Iñaki Arteagoitia, bilbaíno de 68 años que, junto a un grupo de 18 personas, disfrutaron de este carnaval por primera vez. “Lo habíamos visto en la tele, pero verlo en directo es espectacular y diferente”.

Con la visita de hermandad entre Ituren y Zubieta, las dos villas vecinas, terminan los carnavales, aunque quedan los días de hacer las cuentas.