Estella-Lizarra vivió una mañana en torno a la memoria de los miles de represaliados de Tierra Estella durante la Guerra Civil y el franquismo. Una jornada que arrancó con un acto en torno a la celebración de la República y en el que fueron recordados 48 de los asesinados de la ciudad por el régimen fascista.
En el acto que se celebró en el palacio de los Reyes de Navarra que en 1936 fue utilizado como presidio de muchos de ellos, se repartieron 48 claveles rojos en memoria de cada uno de los represaliados cuyos nombres, uno a uno, recitó Karmele Ortíz “he sentido mucha emoción porque con cada nombre se siente también su vida y su historia”.
Música y aurresku
También contó con la música de txistu, flauta, tambor, guitarra y trompeta, y hubo un aurresku en su honor tras la lectura de un comunicado por parte de Olaia Santxez y Eider Castañeda. “Este año queremos sumar el recuerdo de las viudas, quienes, además del dolor por la pérdida de sus seres queridos tuvieron que soportar la represión”. “Fueron objeto de diversos mecanismos de castigo y humillación, pero también nos han transmitido la dignidad y la capacidad de avanzar hacia la convivencia, pese a que después de 90 años, no haya sido posible hacer efectivo el derecho a la verdad, la justicia y la reparación”. “Queremos hoy pues visibilizar a esas mujeres, reconocer su sufrimiento muchas veces olvidado, y reconocerlo no como un hecho personal aislado, si no como fruto de una represión sistematizada, propia de un régimen fascista, estructuralmente violento y patriarcal”.
Siguen en el recuerdo
“Mientras pueda vendré a recordar la memoria de mi padre Luis y de mi tío Tomás”, aseguraba Alicia Eguizabal a punto de cumplir sus 90 años y que desde los 13 años vive en Estella-Lizarra. Alicia sufrió el asesinato de su padre con apenas 14 meses. “Recuperar sus cuerpos fue un trabajo muy difícil porque los trasladaron hasta el Valle de los Caídos y no hacían más que ponernos trabas y zancadillas. Pero al final hace casi 40 años que fuimos allí y pudimos abrir aquel cementerio y traernos a todos los navarros enterrados allí”, recuerda esta mujer nacida en Lodosa, donde fueron asesinados 131 personas “entre ellas cuatro mujeres”. Junto a ella María Rosa Díaz, de 89 años, recuerda también las represalias que recibió su suegro, Regino Etxabe, prisionero en Irache y el hermano de éste que “lo mandaron a primera fila y nunca volvió”. M.ª Paz Galdeano es también nieta de represaliados en Ayegui y una activista emblemática en las reivindicaciones de la memoria “habría que volver a escribir aquella historia, por lo menos lo que no contaron los que perdieron, porque lo que pasó fue muy duro: asesinatos, destierros... A mis tías les cortaron el pelo y les hicieron tomar aceite de ricino, también a mi abuela, Laureana Tobes que le llamaban la Pasionaria de Ayegui por los mitines que echaba por la zona, y a la que siempre le oí decir que nuestro pueblo era prisionero de una nación extranjera”. "Recuerdo perfectamente muchos de sus discursos pero sin embargo fue ella la que me inculcó que en la vida hay que ser trabajador y, sobre todo, honesto”.
Acto por la República
Previamente, el monumento al Auroro en frente del Ayuntamiento, hubo una concentración de celebración de la República, donde se reclamó esta forma de gobierno “y que quede como un mal recuerdo la época capitalista que estamos viviendo”. “Hoy reivindicamos la memoria republicana como una buena base para construir una sociedad moderna y avanzada”. Entre los asistentes estaba Jesús Azkarraga, “yo estoy aquí en memoria de mi padre que fue represaliado y nuestro destino nos llevó a huir a Francia”. Entre los participantes en este acto leyeron un comunicado Miguel Ángel Berian de Estella Ciudad de Acogida y el concejal de Contigo-Zurekin Mikel Gonzalez-Etxeberri “El sistema republicano es el mejor principio, la más eficaz garantía de libertad e igualdad, como pacto incluyente, como norma convivencial, como lugar de encuentro y espacio común de todos los ciudadanos y ciudadanas”. El acto se cerró con el poeta Mikel A. Ceniceros que recitó el poema ‘Pasará el tiempo’.También hubo un paseo por las calles de la ciudad hasta la plaza de San Martín donde se unieron al homenaje a los represaliados.