La ciudad del Ega celebró con intensidad su día del Puy desde las auroras y dianas hasta las últimas chispas del toro de fuego. Un día de la patrona que se celebró especialmente en la calle. Y las calles fueron testigos de los tres encierros de la jornada que tuvieron la consecuencia del traslado al Hospital Universitario de Navarra del joven M. M. (Ibiricu), con rotura del pómulo por un varetazo producido en una cogida en la plaza de Santigo. 

Con todo, el acto más protocolario fue la salida de la corporación del ayuntamiento rumbo a lo alto de la basílica de El Puy. Un ascenso que se vio interrumpido como es ya tradición, con el encuentro con el recién nombrado alcalde de la barriada del Puy que este año ha recaído en Manolo Jordana, el único de los 11 hijos e hijas del matrimonio Jordana Arza que vive y que ayer recordó la fuerza y el arraigo de todos sus vecinos y trajo a la memoria de su madre “era una estellica auténtica y me hubiera gustado compartir hoy este homenaje”, aseguró emocionado. La comitiva continuó hacia el Puy mientras la ciudad sentía el sonido de los txistus del Padre Hilario Olazarán y en Tecendería, la asociación del Casco Viejo repartía un pintxopote. 

A la mañana le esperaba el momento grandioso del XXV Día del Baile de la Era. Un espectáculo que ocupó el centro de la plaza de los Fueros donde la Comparsa de Gigantes e Ibai Ega bailaron la partitura del Baile de la Era que interpretó la banda de música de Estella-Lizarra. Una reunión de tres colectivos que concitaron la atención de cientos de estellicas. 

El gorrín fue el protagonista culinario de la comida organizada por la asociación de comerciantes de Estella-Lizarra que organizó un ágape con productos de la Merindad y que contó con el concierto un contó con el concierto-verbena de Chuchín Ibáñez.

Altercado 

A falta de los datos de los diferentes informes policiales, no se han producido actos vandálicos de importancia. Eso sí, la tarde del sábado la alcaldesa de Estella-Lizarra se vio envuelta en un altercado en la calle la Estrella en el que no hubo daños personales y del que, al parecer, tampoco se han tramitado denuncias.