La corporación txiki de Sarriguren ha lanzado este domingo el chupinazo bajo un sol imponente. Se trata del chupinazo txiki, un evento que reivindica la presencia y la importancia de los más pequeños en la localidad navarra.
Concejales de este año
En los cuatro centros escolares de Valle de Egües, los pequeños realizan un proceso electoral. En ese proceso, eligen un o una alcaldesa (que rota por cada centro anualmente) y concejales que hacen oposición a la primera edil. De esta manera, los txikis simulan la vida política en el ayuntamiento y muestran que forman parte del pueblo y que tienen mucho que decir. Este año los concejales son: Bea Franco, Naroa Gorjón, Samuel Tilve, Adriana Liberal, Haizea Ceballos, Urko Arbeloa, Ibai Zubillaga, June Ducay, Oihana Fonseca, Izara Ezkurra, Marc González, Einin Pain, Chloe Delgado, Sofía Cabezón, Patricia Song, Aitor Velasco, Anuar Martínez, Estela Burguete, Hadelin Espinal, Ulises Florido, Valeria Yoldi y Paula Irigoyen.
Nervios y emoción
Con el bastón de mando, el pañuelico, el banderín, y por ser fiestas de Sarriguren, alguna chistera y pañuelico, la alcaldesa txiki de este año, Ariante Ibilceta ha lanzado el cohete con ilusión pero con nervios al grito de "Gora Sarriguren!". De todos modos, antes de lanzarlo, ha tenido que escuchar a la oposición, los concejales, que le han reclamado varios cambios. Hay algunos reclamos que son más habituales: la Casa de Cultura, más zonas deportivas, cuidar el medio ambiente... Sin embargo, de vez en cuando hay alguna que otra reclama que se diferencia de las demás. Este año, se han podido recoger tales como acabar con la procesionaria o tener más parques infantiles.
Esta tradición en Sarriguren, que ya va camino de cumplir la década, representa un evento festivo que los txikis viven con mucha ilusión, y además, potencia la representación juvenil en las fiestas.