El pueblo de Ziga se hizo este domingo con el triunfo de la mejor carroza del desfile del Baztandarren Biltzarra. Los dos años pasados tuvieron que conformarse con un segundo puesto y volvieron a la senda del triunfo.

Miles de visitantes acudieron hasta la capital del valle para disfrutar del día. Antes del desfile, se pudo visitar la exposición de artesanos y artesanas o almorzar un talo.

A continuación los asistentes se desplazaron hasta las aceras de las calles Santiago y Jaime Urrutia para ver las quince carrozas, una por pueblo, que desfilaron haciendo reír a más de uno con sus interpretaciones.

En esas aceras estaba también el jurado, que tenía que decidir qué carroza era la ganadora. Este jurado está compuesto por 15 personas, uno o una por pueblo y deben de votar a cinco carrozas con una puntuación de 1 hasta 5. Hay seis criterios de puntuación: la originalidad, el uso del euskera, la perspectiva de género, la vestimenta y el teatro, el cuidado de los animales y el respeto a la organización.

Finalmente llegaron las puntuaciones, y la carroza de Ziga con 58 puntos fue la vencedora y se llevó el trofeo diseñado por el arizkundarra Mikel Iriarte. La carroza que hicieron los zigatarras gustó mucho a la gente y representaba cómo en los años 50 y 60 los zigatarras bajaban a ferias de Elizondo y disfrutaban del carrusel de Raimundo, el tiropichón del tío Lucas, de los churros de la churrería Bernabé y tras bailar unos bailes con la Orquesta Gerlatxo, volvían al pueblo tras pasar una bonita jornada de feria.

El segundo premio fue para Irurita, con 55 puntos, la ferrería Obregozo, gustó mucho también a la gente que se apostaba en las aceras y junto a la carroza de Ziga, era una de las favoritas.

Y, finalmente, en tercer lugar, Elbete, con 33 puntos. La representación del contrabando de cacao desde Francia a España que escenificó también agradó a la gente.

Estos premios se entregaron después de la comida popular celebrada en la plaza del Mercado de Elizondo, donde hubo suerte y no llovió, y en la que se juntaron 1.800 comensales. Tras la comida, llegó la hora de la juerga, y una multitud de personas bailaron mutildantzak, gaita, muxikoak y larraindantza, más tarde llegaba la hora del grupo Trikidantz y en el gaztetxe hubo concierto de Borla y Lauso, organizado por Zapatillera. El día terminó con más música, con Elektrotxorongo, Gabezin y para los que aún les quedaba cuerpo, DJ Ez dok iru.

Así, se ponía fin a la 62ª edición de la fiesta y ya está pensando en la 63ª.