En el Alto de Iso en Romanzado se vivió este domingo una jornada especial dedicada a una de las tradiciones más antiguas y representativas del mundo rural: el esquileo de ovejas.
Con el Día del Esquileo el Ayuntamiento en colaboración con la asociación Moztaileak y otras entidades quiso rendir homenaje a su práctica y a su papel esencial en la vida ganadera con una jornada sencilla. El programa contemplaba mostrar la transformación del oficio, sus modos y la vertiente deportiva competitiva a nivel local e internacional.

A primeras horas de la mañana, esquiladores profesionales acudieron al valle pionero en el esquileo con oveja suelta, emprendedores que enseñaron y practicaron su método a lo largo del Estado durante la década de los años 80.
La jornada fue aprovechada para presentar en Navarra el Campeonato de Euskal Herria de Esquileo que tendrá lugar en Abadiño (Vizcaya) el próximo 27 de Septiembre. Esta cita reunirá a los mejores esquiladores de los siete territorios y dará acceso al campeonato del Mundo que se celebrará en 2026 en Nueva Zelanda.
“Nos hemos visto gratamente sorprendidos por la respuesta popular. Se han acercado más de 200 personas que han seguido con mucho interés las demostraciones en una mañana amena en la que los esquiladores han demostrado conocimiento, método y respeto al animal en su manejo. Con su presencia han hecho que la fiesta fuera más grande”, declaraba a su fin el alcalde de Romanzado Aitor Sola. Añadía la satisfacción de no haber contado con ningún contratiempo y de haber realizado un esfuerzo “que ha merecido la pena totalmente”.
Por su parte, el lekeitiarra Ipar Arrinda , de la organización, destacó el voluntariado que sacó adelante la mañana, el referente del Romanzado para el colectivo de esquiladores, alentó a la juventud a engancharse al oficio, incluso a través de la competición, alabó el entorno rural y lamentó la pérdida del valor de la lana al tiempo que ensalzó sus cualidades.
Las demostraciones en vivo de esquileo tradicional, estuvieron acompañadas de productos de la gastronomía: local: queso y cordero y música en directo, con Hutsun Txalaparta y un pequeño mercado de productos artesanales. Jornada de encuentro, intergeneracional: familias, jóvenes cuadrillas, personas mayores, de ambiente extraordinario.
“Repetiremos, sin duda. Buscaremos otro lugar y lo haremos en un tiempo más pegado al esquileo; probablemente, en primavera”, adelantaba Sola.