Otsaportillo, lugar de memoria y homenaje
Un año más, cientos de personas recordaron junto a esta sima de Urbasa a las víctimas del alzamiento fascista
Primer domingo de septiembre, Otsaportillo volvió ayer a ser lugar de recuerdo y reconocimiento a aquellas personas que en defensa de los principios de democracia y libertad, fueron asesinadas y arrojadas a esta sima de Urbasa tras el alzamiento militar. Así es desde 1980, cuando familiares de fusilados junto con el Ayuntamiento de Etxarri Aranatz comenzaron a organizar este homenaje. A partir de 2017, fruto de un convenio de colaboración, los ayuntamientos de Sakana se encargan de su organización. Ayer era el turno de Lakuntza y Arruazu.
“Otsaportillo es un lugar compartido, de todos y todas las sakandarras, que mantiene viva la memoria histórica” decía Maite San Roman, nieta de Francisco San Roman, arrojado a esta sima de Urbasa, en una emotiva entrevista que le hizo su nieto, Xumai Ulaiar. “En la oscuridad de la noche, entraron en casa y se lo llevaron en un camión, delante de su mujer y sus cuatros hijos. Como a él, por defender sus ideas, mataron a otros sakandarras y les tiraron a Otsaportillo y otras simas”, contaba. Asimismo, incidió en el papel de aquellas mujeres que sacaron adelante a sus familias en tiempos difíciles. “Oficialmente no aceptaron que mi abuela era viuda”, recordó.
MEMORIA, VERDAD JUSTICIA Y REPARACIÓN
“El objetivo de este acto es reivindicar la memoria, la verdad, la justicia y la reparación, tanto para aquellas personas que fueron asesinas como todas aquellas a las que se negaron los derechos humanos en la posguerra y la dictadura franquista”, señalaron Oihane Uribeetxeberria, alcaldesa de Lakuntza, Gorja Ovejero, primer edil de Arruazu, presentadores del homenaje. Asimismo, agradecieron a las familias de los fusilados que hayan mantenido su memoria.
“Este encuentro es la continuación de un trabajo iniciado hace décadas por familiares de las víctimas, que pese a la represión y las dificultades, se organizaron en agrupaciones de memoria”, destacaron Jone Areta y Jokin Lanz, del grupo de trabajo que organizó el homenaje. Asimismo, incidieron en que la memoria histórica “no es solo recuerdo; es la base para construir un futuro de libertad, justicia y dignidad”. Al respecto, indicaron que “hoy, más que nunca, a las puertas del 90 aniversario del golpe de 1936, vemos como el fascismo y todo el poder acumulado no callado de la ultraderecha, vuelve a asomar en diferentes rincones del mundo. Frente a esta amenaza, desde Sakana y desde toda Euskal Herria, levantamos la voz; ¡No pasarán!. La lucha continúa”.
Asimismo, la bertsolari Maialen Arzallus cantó unos versos y no faltó un aurresku de honor, en esta ocasión con los hermanos Leire y Gaizka Sagarzazu, ni una ofrenda floral. De la música se encargaron Martín Larraza y su hijo Julen. El encuentro finalizó con un auzate. Cómo es habitual, antes hubo una misa oficiada por Sebastián Hualde, Txan, un cura valiente que siempre ha estado en este homenaje.
Otsaportillo, uno de los lugares declarados de la Memoria Histórica de Navarra, es una de las más simbólicas simas utilizadas para arrojar los restos de personas asesinadas en la limpieza desarrollada por las fuerzas sublevadas tras el golpe militar de 1936. En 1979 se localizaron los restos, y en 1982, los familiares, al no poder cerrarse la sima, recogieron los huesos rescatados en una caja metálica. En dos exhumaciones llevadas a cabo en 2016 y 2017 por la Sociedad de Ciencias Aranzadi se sacaron restos que podrían ser de 12 personas. Su posterior análisis de ADN permitieron la identificación genética de ocho: Melitón Agirre Lezea, de Olazti; Francisco San Roman Galbete, de Urdiain-Altsasu; los hermanos Domingo y Francisco San Roman Otxoa, de Ziordia; Víctor Urkijo Tobalina, de Altasu, José Ubeda Sánchez, de Altsasu, y Claudio Doroteo Diéguez, de Etxarri-Atsasu.
RESTOS SIN IDENTIFICAR
Aún quedan restos de cuatro personas por identificar. “Seguimos solicitando la colaboración de las familias para que vayan al Banco de ADN y dejen su muestra para cotejarlas”, señaló Ana Ollo, vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, al tiempo que aseguró que el Gobierno de Navarra “no cejará en el empeño de sacar esos cuerpos de esas casi 1.000 personas que todavía siguen desparecidas, identificarlas y devolverlas a sus familias”.
Asimismo, mostraba su indignación por las declaraciones del secretario general del PP, Miguel Tellado, el día anteior en Pamplona de cavar la fosa del Gobierno de Sánchez. “No se puede admitir hablar de fosas cuando producen tanto dolor. Es indignante que un dirigente político frivolice con la memoria y la violencia. Es más necesario que nunca reivindicar estos lugares”, aseguró. l