El hartza (oso) despertó ayer de su largo letargo invernal en Arizkun para participar en Gizakunde. Quizás su prominente hocico olió las manzanas de los sagardantzaris. Puede que el repicar de los cencerros de los joaldunak de Ortuellako Polunpak o el sonido de los txistularis interrumpiera su sueño. O puede que se debiera a la algarabía que se formó en torno a Gamioxarrea, sede de Jo ala Jo kultur taldea, que junto a Erratzuko kultur elkartea y Baztango talde feminista organizó la fiesta de ayer, que comenzó con una comida popular en la casa lagar.

Comida que se alargó bastante, pues el desfile programado para las 17.00 horas se retrasó. Ya sea por la tardanza de la hora prevista, o porque el invierno todavía no ha terminado y lo despertaron antes de tiempo de su hibernación, el hartza salió un poco enfadado de su madriguera, dando tumbos a izquierda y derecha. De todas formas, poco a poco, gracias a la habilidad del hartzazain (cuidador del oso), o tal vez por la agradable música y la destreza de los sagardantzaris, el animal se fue amansando y se unió a la fiesta, junto a los txistularis, los joaldunak, los mozorros y los sagardantzaris, que recorrieron las calles de Arizkun en una alegre kalejira, antes de emprender el camino hacia Erratzu, como casi siempre.

No siempre, porque desde que hace más de veinte años, cuando Jo ala Jo recuperó la fiesta de Gizakunde, los primeros años se celebró en Elizondo, y luego pasó a celebrarse entre Arizkun y Erratzu, durante muchos años. El año pasado, el orden fue a la inversa, pues comenzó en Erratzu y finalizó en Arizkun. Ayer volvió a repetirse el guión de casi todos los años.

Un nutrido grupo de participantes hizo frente a la lluvia, que hizo acto de presencia justo cuando comenzaba el desfile. Y aunque molestó, no fue suficiente para detener el desfile que unió Arizkun y Erratzu por Lastirikobidea. Una vez en Erratzu, ya de noche, realizaron una kalejira haciendo diferentes altos en el camino con el tradicional puske biltze (cuestación) y bailando las diferentes sagardantzas.

Tras el paseo, antes de cenar, se celebró el juicio a Jantzilo (personaje que encarna el mal) que, como se esperaba, fue declarado culpable y quemado en la hoguera para regocijo de la gente que acudió en masa al juicio. La alegría popular se escenificó en un multitudinario zortziko alrededor de la hoguera.

Tras la cena en la sociedad Etxelebert, la fiesta se prolongó hasta bien entrada la noche, con la animación de Euskadi eta Askatatxunda y Azukre Beltxarana.

historia Antaño, Gizakunde (fiesta de los hombres) formaba con Emakunde (fiesta de las mujeres) y Orakunde la trilogía festiva anterior al carnaval. Con el tiempo, Gizakunde y Emakunde dejaron de celebrarse, pero Orakunde se ha mantenido hasta nuestros días. Los niños y las niñas siguen siendo los protagonistas de la fiesta junto con los gallos. Orakunde, también llamada Egun Ttunttun u Oilar dantza, se celebraba en jueves gordo, pero como hubo una época en que no había suficientes músicos para cubrir todos los pueblos de Baztan, pasó a celebrarse en días distintos. Hoy en día, muchos pueblos siguen celebrándolo el día de jueves gordo, y otros en días anteriores y posteriores de la misma semana. Emakunde también se recuperó, pero hace años que dejó de celebrarse.