En su cuenta de Twitter e Instagram se define como "la chica de las fotos de motos". Porque Lucía Benaisa Serrano, vecina de Beriáin de 34 años, es la única mujer acreditada de forma permanente por la Federación Española en el ESBK Campeonato de España de Superbikes. “Puede aparecer en un momento dado una chica de redes sociales o de algún periódico local, pero que esté cubriendo el campeonato entero, desde 2016 yo he sido la única mujer”, asegura. Un año antes, recuerda a la primera persona que le compró una foto de forma oficial: Luca Marini, hermano de Valentino Rossi, cuando competía en el Campeonato de Europa con el equipo Páginas Amarillas.  

La profesión de Lucía tiene varios culpables. Para empezar su bisabuelo, que le enganchó a las retransmisiones de las motos por televisión en los tiempos en los que Crivillé se convertía en campeón del mundo de 500cc. Aquello era “algo que no veía habitualmente, siempre era fútbol o deportes muy convencionales”. Y ya entonces le atrapó “el ruido, es algo que engancha mucho a la gente, ver cómo pasaban por las curvas. Era algo fuera de lo común, muy impresionante para ser un niña. Más fantasioso que los dibujos o una película”.

Su padre incrementó su nivel de enganche “al comprarse una Suzuki y llevarme de paquete. Iba con él a comprar el pan o hacer algún recado pequeño, porque aquello era una moto muy grande para una niña”, dice.

Más o menos por esa época, en la comunión le regalaron una cámara Polaroid “junté esas dos pasiones, el motociclismo y la fotografía deportiva. Porque cuando entras en redes sociales y empiezas a introducirte en el mundo de Internet, descubrí que había gente que hacía fotos de motos. Ahí se me abrió un mundo”. En 2010 tenía una pareja a la que también le gustaban las motos. “Íbamos al Circuito de Navarra, él a dar vueltas con su moto y yo a sacarle fotos. Para pasar tiempo juntos mezclamos la pasión de los ambos”.

Pasar de la afición a la profesión fue “complejo”. Primero con la Federación Navarra en los kartings, cubriendo a los pilotos de la Comunidad Foral. “Ahí empiezas a hacerte un nombre y meterte en el mundillo semiprofesional. El salto al circuito grande lo di con la Federación Aragonesa bajo el trato; haces fotos a los pilotos aragoneses, las pasas y te doy acceso. Con eso creé un portfolio, hice contactos y al final conseguí que me contrataran”, destaca.

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Lucía Benaisa, la fotógrafa de las motos Lucía Benaisa

Vivir solo de las fotografías

Compaginó esa labor con un trabajo de atención al público para un operador de telefonía móvil. “En 2019 decidí que iba a profesionalizar esto. Vino la pandemia y a los fotógrafos no nos dejaron entrar a los circuitos. No fue hasta 2021 que me hice autónoma y empecé a vivir solo de la fotografía de motociclismo”. 

Entre otros, en el Campeonato de España de Superbikes Lucía trabaja para Andifer Racing Team y, además de las fotografías, “realizo diseño gráfico, motos, ropa de equipo, el box, administro sus redes sociales, marketing, contacto con sponsor... un poco de todo”.

Repite patrón para el mismo equipo en la Copa de España de Velocidad. Trabaja de fotógrafa para Yamaha GV Stratos, Yamaha Scandinavia y Yamaha Suiza en Superbikes; de nuevo para Yamaha GV Stratos en el Campeonato de Europa FIM JuniorGP –antesala del mundial de MotoGP– y en circuitos pequeños de la Copa de España de Minivelocidad, Federación Española de Motociclismo, Escuela Técnica de Girona, Dayam 77 Racing Team y la fotografía oficial de la copa de España de Minivelocidad eléctrica completan su abanico laboral con el motor.

La suya es una profesión ajetreada: “El día 17 comenzarán los test de Superbikes y desde entonces creo que son entre 32 y 35 fines de semana fuera de mi casa. A veces llevo mal los viajes largos sola. Ir hasta Jerez o Portugal se hace un poco pesado. Pero trabajo de lo que me gusta, y eso siempre hace que duela un poquito menos. Disfruto mucho de mi trabajo”.

Dice que cuando llevas años cubriendo a un piloto es “inevitable que exista una relación personal”. Por eso, lo mejor de su trabajo, “porque sé lo que les cuesta a nivel económico y el esfuerzo que hay detrás”, es ver ganar a uno de los suyos: “Ha habido veces en las que he estado llorando de la alegría haciendo fotos del podio. Es el momento más emocionante, aunque también simplemente escuchar una moto que se acerca y cómo pasa por una curva, el sonido de la deslizadera en el suelo... eso ya me pone los pelos de punta”, asegura.

A Lucía le gustaría ampliar su campo a otros deportes y lleva “años escribiendo a todos los clubes deportivos de Pamplona”. Hasta la fecha, “me han respondido y me han dejado trabajar con ellos el Hockey Hielo Huarte con los que hago colaboraciones habitualmente, y de vez en cuando el baseball”. En Moto GP estaría muy bien, pero su sueño es llegar a ser fotógrafa del mundial de Superbikes. “Al ser un campeonato más pequeño me gusta mucho el ambiente, es otra historia”. Y aspira a “acudir algún día a los Juegos Olímpicos y hacer fotos de muchos deportes”.