¿Cómo está siendo su inicio como alcalde?

–Bien. Ahora en verano es un poco raro y, entre las vacaciones de los empleados y tal, todavía nos estamos asentando un poco. Al final, es un relevo de EH Bildu a EH Bildu, pero somos bastantes nuevos en esta legislatura. Hemos hecho un equipo que mezcla experiencia y juventud. 

¿Esperaban ganar con mayoría absoluta?

–Aquí lleva muchos años EH Bildu y parecía que solo con presentarse ya ibas a ganar y no es así. Hemos hecho una campaña muy buena y se ha apostado por un cambio generacional, que era muy arriesgado. Sustituir a Raúl Maiza era muy difícil porque llevaba ocho años de alcalde, otros cuatro de teniente de alcalde y es una persona muy querida en Berriozar. Nuestro primer objetivo era no perder muchos votos y, visto lo visto, la gente ha respaldado el proyecto. Teníamos 8 concejales y esperábamos sacar 7 u 8 y el noveno fue bastante inesperado. La alegría fue increíble.

¿Cómo es ese equipo?

–Hay varias personas que repiten como Saki Ortigosa, Karmele Nadales y Bea Martiartu. Luego, está Félix Puyo que ha sido parlamentario y concejal desde hace bastantes años. Son gente con mucha experiencia, pero también tenemos muchas caras nuevas. Yo tengo 27 años, el tercero de la lista es Asier Zafra que tiene 26 y Asier Costa tiene 24. Es una apusta por mezclar las veteranía y los conocimientos con gente muy activa, que está en los colectivos y que han hecho políticas en la calle. Nuestra intención es llevar eso a las instituciones y tener representación de todos los colectivos de Berriozar. 

¿Cuál va a ser su sueldo?

–39.000 euros brutos. Creo que es bastante menos que en otros ayuntamientos parecidos, pero somos conscientes de que Berriozar hasta hace poco era el pueblo de la Comarca que menor salario medio tenía. Hemos sido coherentes. Ahora estamos dos personas a 100% de jornada, Félix Puyo y yo, y Karmele Nadales al 10%. 

¿En qué situación está ahora Berriozar?

–Se han hecho muchísimas cosas. Ahora estamos en ese proceso de transición ecológica. Por ejemplo, el año pasado pusimos placas solares en el Ayuntamiento y vamos a hacer lo mismo en la biblioteca. Vamos a renovar el campo de fútbol en diferentes fases y también estamos cambiando las luminarias. Luego, nuestro proyecto estrella de la legislatura va a ser hacer la segunda fase de amabilización de la Avenida de Gipuzkoa, que parte el pueblo en dos. Al ser peligrosa, sobre todo para los más pequeños, queremos que el tráfico se desvíe por la variante. Anteriormente, se hizo una rotonda grande y el objetivo va a ser poner más para bajar la velocidad y peatonizarla lo máximo posible. Queremos que una al pueblo y que no sea una división de lo viejo y lo nuevo. 

¿Plantean implantar algún sistema de bicicletas eléctricas como en Pamplona?

–Sí. El objetivo creo que de casi todos los pueblos es implantar este tipo de transporte ecológico. Pero claro, no tiene sentido hacer uno propio de Berriozar. El Ayuntamiento de Pamplona, cuando negoció con esta empresa, no hizo posible que otros Ayuntamientos de alrededor pudieran ponerlo y no tiene sentido que sean diferentes. En un futuro cercano, nuestro objetivo es que la red de bicicletas pueda llegar hasta aquí porque creemos que es una manera de movilidad muy sostenible y positiva. 

En el lado opuesto, hay quejas por la falta de aparcamientos y más tras la ampliación del Centro de Salud.

–Sí. Es una tónica que ha venido repitiéndose en esta última legislatura y a la que se suma que cada familia tiene cada vez más vehículos. Todo el mundo queremos aparcar en la puerta y es un tema que estamos estudiando. Las obras del Centro de Salud tampoco han supuesto muchas plazas, pero alguna han quitado. Creo que todo esto va por concienciar a la gente de que a veces no hay que aparcar en la puerta. Berriozar no es tan grande y estamos en contacto con la Mancomunidad para poner más frecuencia en la línea 16 y frecuencia nocturna en la 17 para fomentar el uso de la villavesa. Hace falta reeducarnos para que no estemos acostumbrados a ir de puerta a puerta con el coche.

Aparte de la amabilización, ¿cuáles serían los principales retos a los que se enfrentan?

–Queremos hacer un inventario de todos los locales que tiene el Ayuntamiento para ordenar los grupos culturales. Son colectivos que le dan vida al pueblo y queremos que estén en las mejores condiciones posibles. También se quiere, dentro de lo posible, mirar hacia un futuro en el que la gente joven de Berriozar no se tenga que ir a otros pueblos. Hay dos parcelas que están cedidas a Nasuvinsa y en las que se van a hacer dos torres de viviendas. Vamos a intentar negociar para solicitarles que esas viviendas sean para gente de Berriozar o que tengan facilidades. Otro de los puntos fuertes de la anterior legislatura fue el cuidado de los mayores. Se ha abierto un centro de día, Iruñalde, que tiene también una jubiloteca, un proyecto que ha tenido mucha repercusión. Queremos seguir trabajando con esa base. Este verano, hemos implantado un comedor al que pueden acudir también personas que no estén en el centro y en un futuro queremos ofrecer el comedor a domicilio. Próximamente, intentaremos que sea en esta legislatura, estamos estudiando hacer una residencia para personas mayores dentro de nuestras posibilidades, a poder ser pública o como mucho concertada. El objetivo es que la gente que ha nacido, ha vivido y ha participado aquí, no se tenga que ir en ninguna etapa de su vida. Sería como cerrar el círculo.  

¿En qué situación está el solar del antiguo puticlub Carioca?

–Estaba cedido a una promotora y ya han empezado a hacer las obras, aunque sí que han tenido algún problema con el precio de los materiales y ha estado un poco paralizado. Pero eso ya no pertenece al Ayuntamiento.

¿Cómo marcha el desarrollo de Artiberri y sus dotaciones?

–Se sigue construyendo y está aumentando el número de personas que viven en Artiberri. Están quedándose un poco escasos de servicios. Al final es un barrio nuevo y que necesita vida. Hay un par de bares y una panadería y se trata de ir poco a poco desarrollándolo con la Avenida de Guipúzcoa. No queremos que se considere Artiberri como un barrio de Berriozar. La línea 17 pasa por ahí y se trata de ir sumándole frecuencia y ponerle nocturna. Hay que ir dotándole de infraestructuras y servicios a una población que cada vez es más grande y que ha hecho que Berriozar llegue casi a los 11.000 habitantes. 

¿Se contempla hacer una grada cubierta en la reforma del campo?

–Sí se contempla tapar la grada. Estamos en la primera fase que es arreglar lo de alrededor del campo y, más adelante, en función de los proyectos que se presenten, se verá qué es lo más conveniente. 

¿Cuál es la situación del plan antiincendios en el que se está trabajando?

–Ahora van a obligar a tener un plan antiincendios y nosotros nos hemos adelantado un poco. Se ha hecho un plan propio del pueblo y se han ido comprando equipos de extinción que se han ido dejando en diferentes lugares del casco antiguo, que es el sitio más vulnerable. Estas semanas vamos a hacer formaciones para que la gente voluntaria o la que va a estar en un primer momento antes de que lleguen los bomberos sepa dónde están las bocas de riego, el material y qué tiene que hacer. También se ha hecho una limpieza de mucha maleza en el monte para dejar un perímetro y que sea más difícil que llegue al pueblo. Y posteriormente también vamos a seguir aumentándolo. Al final en Berriozar todos los años hay algún incendio y se trata de ir adelantándonos. El año pasado tuvimos la mala suerte de que coincidió que estaba la mitad de Navarra ardiendo y los bomberos no llegaban a todo. Se llegó a extinguir y no hubo males mayores, pero se trata de que en un futuro cercano seamos capaces de contenerlo nosotros mismos.

¿Cómo fue su proceso para dar el salto a la política?

–Siempre he simpatizado con EH Bildu, pero nunca había ido en las listas. La política se hace en la calle y al final somos personas que llevamos muchos años en diferentes colectivos de jóvenes, de bailes, deporte... haciendo políticas día a día. Sí que se veía la necesidad de hacer un salto a las instituciones. Al principio, se me preguntó si quería ir en las listas y dije que sí. A los meses, en noviembre o así, se me propuso ser alcalde. No me lo esperaba y, me dices hace un año esto y no me lo creería. Cuando fui a casa y se lo dije a mi familia, me dijeron que a ver si estaba loco porque es un cargo de mucha responsabilidad. Me dijeron todos que no y ahí me di cuenta de que quería escuchar que sí. Les llamé para decirles que estaba dispuesto y con muchas ganas. Ha sido un proceso largo de aprender de Raúl Maiza y estoy muy contento.

¿Espera cuatro años tranquilos en la convivencia con el resto de grupos?

–Tenemos mayoría absoluta, pero siempre hemos dicho que nosotros no somos un partido que vaya a aplicar ningún rodillo ni nada. Al final esto es un pueblo y vamos a gobernar para todo el mundo, nos haya votado o no. Vamos a hablarlo todo con el resto de grupos. Se puede ver en las anteriores legislaturas que casi todo se aprueba por unanimidad. Muchas de las cosas que se hacen en Berriozar son también aportaciones de otros grupos. Estamos abiertos a todo.

¿Cómo es Iker Mariezkurrena como persona?

–Soy una persona muy tranquila, me cuesta ponerme nervioso. Pero a la vez soy muy activo. Me gusta hacer muchas cosas y no me gusta perder el tiempo. Lo que sí me considero es una persona empática. Me han dicho que eso lo tengo que trabajar porque al final está bien querer escuchar todo por la calle cuando te paren, pero hay unos horarios y unos procesos para ello. Hay que dosificar el dónde y el cómo. Pero creo que soy alguien que se va a involucrar mucho por el pueblo. Al final, el objetivo de todo esto es que Berriozar siga creciendo y siga siendo un pueblo amable en donde la gente quiera vivir.

¿Qué significa para usted Berriozar?

–Es donde he nacido, he hecho toda mi vida, ha trabajado de muchas cosas: en el polideportivo, de recepción, de mantenimiento, de monitor... He estado en grupos sociales y de deporte. Al final he hecho toda mi vida aquí, tengo a mis amigos y mi familia aquí. Berriozar me lo ha dado todo en esta vida. Y, al igual que me lo ha dado todo, mi objetivo es aportar lo máximo que pueda para que este pueblo siga siendo bueno. Creo que durante los últimos años se ha conseguido entre la juventud ese sentimiento de pertenencia a Berriozar. La gente se ha implicado muchísimo, hay gente desde los 16 años organizando turnos para hacer cosas y la comida de fiestas de jóvenes reúne a más de 500 personas. Para mí eso es tener vida en Berriozar, que es lo más importante.

¿Cómo le gustaría que fuera recordado su mandato?

–Por nada en particular, porque si pasa eso es que seguramente no sea muy bueno. Me gustaría que porque se ha escuchado a la gente y que, como me dijo Raúl Maiza, la puerta del Ayuntamiento siempre haya estado abierta para todo el mundo. Que se hayan considerado todas las propuestas y que, aunque a veces fallemos o no tengamos los servicios necesarios, sí que sea un Ayuntamiento que se ha implicado en el bienestar de la gente y en que todo el mundo esté contento.