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María Amor Beguiristain, una vida dedicada a la investigación

La Asociación Amigos del Olentzero entrega a la catedrática en Prehistoria el premio Txondorra por sus más de 40 años dedicados a la divulgación

María Amor Beguiristain, una vida dedicada a la investigaciónOskar Montero

Como cada Navidad desde hace 11 años, el Salón de Recepciones del ayuntamiento de Pamplona ha acogido este martes la entrega del premio Txondorra Carbón Vegetal, que concede la Asociación de Amigos del Olentzero. El objetivo de este galardón es reconocer a una persona o institución que, con su trabajo, contribuye a preservar y desarrollar la cultura popular y tradicional. Y esto define a la perfección la extensa trayectoria de la pamplonesa María Amor Beguiristain, homenajeada de este año. 

Beguiristain es antropóloga, etnóloga, arqueóloga y catedrática de Prehistoria de la Universidad de Navarra, con más de 40 años dedicados a la docencia y divulgación del patrimonio histórico y cultural. Además, fue profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de navarra desde el curso 73-74 y hasta 2015, y actualmente tiene el título de profesora emérita.

Una de sus obras más destacadas, que ha entregado este martes al alcalde de Pamplona Joseba Asiron, es el Calendario festivo tradicional. Ciclo de invierno-Atlas Etnográfico de Vasconia, una investigación que analiza la cultura popular y los modos de vida de la población vasca a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad. Esta publicación es la conclusión de más de medio siglo de trabajo, desarrollado por el proyecto Etniker, que fue fundado por José Miguel Barandiaran. Actualmente María es la directora. 

María Amor Beguiristain, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Navarra, junto a su familia.

Xabier Martínez de Álava, portavoz de la Asociación de Amigos del Olentzero, ha explicado que el jurado ha elefido a María como merecedora del premio “por preservar y estudiar modos de vida sostenibles ligados al territorio; por reivindicar el valor del saber tradicional y comunitario, y por enraizar la cultura científica en la historia de Navarra”. También ha puesto en valor que “ha sido pionera como mujer en espacios universitarios arqueológicos y de dirección académica. Terrenos mayoritariamente masculinos”.

Por su parte, Joseba Asiron, tras entregarle el premio Txondorra, ha recalcado la importancia de mantener y homenajear disciplinas como la prehistoria y la etnología, que “nos recuerdan que la memoria no pertenece solo a los libros o a los grandes relatos, sino también a los gestos cotidianos, a los ritos, a los objetos, a las formas de vida y a los relatos transmitidos de generación en generación. Nos ayudan a comprender que no solo somos lo que heredamos, sino lo que somos capaces de cuidar y transmitir”, ha asegurado.

Joseba Asiron le entrega el premio Txondorra 2025 a María Amor Beguiristain

40 años de trayectoria

Beguiristain se ha mostrado muy satisfecha con el premio Txondorra 2025. Su primera reacción "cuando me llamó Xabier fue decirle que no, que había muchas personas merecedoras de esta distinción”, ha contado la galardonado en su turno de intervención. Sin embargo, “enseguida pensé que no podía decir que no a este reconocimiento, porque este premio no me afectaba solo a mí, sino que estaba dirigido a todas la personas que han formado parte de Etniker a lo largo de los 57 años de vida de este proyecto”.

Por eso, ha querido contar la importancia que tuvo en su vida su mentor y fundador de Etniker, José Miguel Barandiaran, “mi interés por la etnografía se empezó a gestar cuando empecé a asistir a sus clases”, ha admitido la premio Txondorra 2025. Estas surgieron durante los Sanfermines de 1968 en la biblioteca de la Universidad de Navarra, donde un pequeño grupo de investigadores se reunían para dar forma al proyecto que más tarde se consolidó como Etniker. 

“Don José Miguel siempre estaba dispuesto a perder el tiempo con sus jóvenes y curiosos alumnos. Insistía en la urgencia de recoger y recuperar creencias, leyendas, pensamientos y los modos de vida antes que se convirtieran en piezas arqueológicas”, ha añadido. 

Tras la ausencia de Barandiarán, “me tocó hacerme cargo de su asignatura, ya con planteamientos didácticos diferentes adaptados a nuevos planes de estudio. Mi papel principal durante estos años ha consistido en animar a estudiantes a iniciarse en la investigación etnográfica”, ha argumentado.

"Mi papel principal durante estos años ha consistido en animar a estudiantes a iniciarse en la investigación etnográfica"

María Amor Beguiristain . Premio Txondorra Carbón Vegetal 2025

De ahí que motive a las generaciones jóvenes a “investigar su época, porque nosotros hemos estudiado el siglo XX. El siglo XXI es todo un reto de contrastar todos los cambios que ha habido y va a haber. Hay costumbres antiguas que han reverdecido y se mantienen, y otras que se dejan de lado”. Aun así, tiene clara cuál es la clave para tener una trayectoria larga y exitosa como la suya. “Sobre todo, trabajar con gusto y alegría”.