burlada - El centro ocupacional San Francisco “no es un taller al uso. En él se compaginan actividades ocupacionales con formación y desarrollo de habilidades personales que queremos potenciar”, explicó ayer Ángel Iriarte, delegado episcopal y director de Cáritas Pamplona-Tudela. El edificio de 2.000 m2 y dos plantas, que ayer inauguró y bendijo el arzobispo Francisco Pérez y cuya actividad comenzó el lunes, supone, asimismo, la unificación de los tres talleres actuales “en unas instalaciones por una vez adecuadas, intentando buscar mayor eficiencia e intentando también trabajar con nuevas metodologías”.

Iriarte señaló que van a comenzar a trabajar con unas 120 personas, si bien su capacidad puede ascender hasta las 150. Así, según expuso, desde el lunes se trasladaron a este nuevo enclave “la gente de Nazaret -fundado en 1988-; a primeros de marzo vendrán las mujeres de Las Flores -1986- y el curso que viene vendrá Betania -1985-”. En esta línea, Maite Quintana, secretaria general de Cáritas, expuso que el centro cuenta con “tres líneas de actuación: una la ocupacional, en la que se realizan trabajados para empresas, otra la formativa y la tercera, el apoyo social o de acompañamiento, estableciéndose un plan personalizado que atienda las necesidades individuales”. Y es que, como sostuvo, el fin último es lograr “el desarrollo de sus habilidades y capacidades para que consigan el máximo de autonomía personal posible”.

Quintana indicó que realizan dos tipos de trabajo. Por una parte, los encargos que actualmente les hacen 16 empresas, muchos de los cuales “son manipulados”, y por otro, “producto o creación propia que tiene salida sobre todo en tómbola”; y que quieren potenciar.

permuta El centro, con 8 trabajadores y 70 voluntarios, se ubica en la nave levantada en su día para albergar la escuela taller municipal. Al respecto, Iriarte recordó que “hace aproximadamente 13 años Cáritas pidió al Gobierno de Navarra que le devolviese el edificio del centro Santa María” y en el último año de la anterior legislatura, una vez que recibieron el inmueble, iniciaron las conversaciones con el Consistorio para construir ahí una residencia. “El Ayuntamiento dijo que aquel solar le interesaba para dar mayor respiro a la población de Burlada y después de muchas visitas al despacho del alcalde en dos legislaturas llegamos al acuerdo de una permuta. El solar de la calle Mayor por el solar donde se está construyendo la residencia”. Según la tasación, había una diferencia de 320.147,56 € más IVA a favor del organismo que coordina la acción social de la Iglesia; cantidad que acordaron compensar con la cesión por 20 años de esta nave, que estaba “hecha y vacía”. La adecuación y equipamiento ha costado 1.554.690 €, que se han financiado gracias a la donación de una Fundación de Navarra, a una herencia y a la venta del edificio que Cáritas tenía en la plaza de Recoletas.

El acto contó con la presencia del consejero de Políticas Sociales, Iñigo Alli, que valoró “el trabajo bien hecho de Cáritas”, así como del alcalde y concejales de Burlada. Juan Carlos González consideró esta “operación muy importante para el Ayuntamiento por su componente más social y porque se nos entrega el solar de la calle Mayor, donde se están culminando las obras de un espacio público que podrá disfrutar la ciudadanía”. Una actuación que el edil socialista Ramón Alzórriz recordó que “se inició en la anterior legislatura”.