la semana pasada el alboroto corrió por los pasillos del colegio público de Beriáin con más velocidad de la habitual. La farándula, culpable del caos, conquistó una por una 18 aulas de un centro convertido en puro teatro. Desde 1º de Infantil hasta 6º de Primaria. Dos jornadas para culminar un “ambicioso proyecto para la mejora de la comprensión lectora y la comunicación oral en castellano, inglés y euskera”, explicó Teresa Sancena, coordinadora de la iniciativa.

A los chavales les suele costar volver a clase después del recreo, pero “ahora suben escopeteados. Es un desmadre, un jaleo de unos que entran, salen, cartulinas, el baño, te pintan los azulejos... pero ellos están encantados interpretando, pintando y disfrazándose”, añadió Sancena en día de función. Jaleo al margen, el objetivo era fomentar el hábito lector. Cada criatura escogió un libro e intentó convencer a la clase de que esa era la historia que merecía saltar del papel a la vida real. “Como maestras nos va muy bien, primero porque han leído un libro, han hecho una comprensión lectora. Y encima se valora la expresión oral, que trabajamos mucho pero siempre se nos queda un poco coja. Como trabajo de la competencia lingüística es muy completo”, argumentó.

Una vez consensuado el libro, se elaboró el guión para un micro teatro -no más de 5 actores y 15 minutos- y tocó repartir personajes y esas tareas que están ahí y son imprescindibles aunque no luzcan igual: entradas, cartel, vestuario, maquillaje, decorado, atrezo, etc. El alumnado de 4º vendió las entradas en una taquilla improvisada en el hall, y llegó el mucha mierda: el centro hecho multiteatro con historias para todos los gustos; de osos, paseos por Bremen, Harry Potter, Ziripot y Miel Otxin, un topo al que casi le toca la lotería, un día sin ruido... y así hasta 18.

experiencia del alumnado “Nos ha costado bastante hacer el cuarto. Y también preparar los papeles, el cielo, el muro... hemos necesitado mucho tiempo para pintar”, dijo Itxaso Ramos, ladrona que entretenía al público en El ladrón de mentiras. “He hecho muchas cosas y complementos. Y he vestido a los actores, sobre todo a las chicas”, contó Ana Hervás, a la que le gustó “maquillar y cómo hemos trabajado todos juntos”, aseguró.

Aarón Lima, el Harry Potter de 3º A, se quedó con “el principio, cuando entramos Ron y yo, que llegamos tarde a la biblioteca”, y confesó que “lo de la habitación secreta y eso no me lo sabía muy bien”. Su compinche Ron (Markel Suárez) estaba contento “porque he estado con mis amigos y mis compañeros”, a la narradora Keira García le resultó “fácil” memorizar un buen texto y también disfrutó “bastante con todos mis compañeros”, Oduwa Izevbokun habló de una idea “extraordinaria” aunque se le metieran los pelos de la barba de su personaje Hagrid en la boca, y Aitana Blanco (Hermione) destacó “el final, porque significa que termino de pasar vergüenza”.

Dos días de funciones. Las obras se representaron martes y miércoles de la semana pasada, el primer día para que el alumnado y el profesorado viera los trabajos del resto de clases, y el segundo para familias y vecindad en general, con el objetivo de acercar al pueblo algunas de las propuestas que se hacen en la escuela.

Precio de las entradas. 0,20 euros para el alumnado y 0,50 para el público en general, dinero que se destinará a una ONG.

teresa sancena “es un ambicioso proyecto para la mejora de la comprensión lectora y comunicación oral”

La profesora destacó lo “completo” que ha sido el proyecto para trabajar las competencias lingüísticas.