mutilva - La Asociación Cultural Aldapa del Valle de Aranguren, que inició su andadura en 1998, cuenta con 245 mujeres y 8 hombres. Ellos se han ido incorporando en los últimos años a una entidad cuyo trabajo ha sido clave para impulsar la participación femenina potenciando sus habilidades personales y sociales. En la APyMA CP San Pedro, por otra parte, todas las participantes son mujeres, y es que ellas tienen mayor presencia en asociaciones culturales o en la organización de acontecimientos festivos, como en las comisiones de fiestas o la organización de las cabalgatas y movimientos vecinales.

Así lo revela el estudio diagnóstico sobre la situación de la igualdad de mujeres y hombres en el Valle de Aranguren, que fue presentado ayer en el salón de actos del Consistorio, en una cita que contó con la participación del alcalde, Manolo Romero, la directora gerente del INI, Eva Istúriz García, y Anabel Morrás Bartolomé, de Amantara, que ha realizado el trabajo.

La iniciativa cuenta con sus propios antecedentes desde que el año pasado el Ayuntamiento creara el Servicio de Igualdad como compromiso de la corporación para dar respuesta, también, a una demanda social. Hasta esta fecha se habían desarrollado diferentes acciones en este sentido “pero sin una estructura ni marco global que permitiera hacer una planificación estratégica e implicar a la totalidad del Ayuntamiento”, señalaron ayer.

En marzo se aprobó la elaboración del Diagnóstico de Igualdad entre mujeres y hombres y el Diagnóstico de violencia contra las mujeres en el valle, que darán paso en el futuro a la elaboración de un Plan de Igualdad y un Protocolo local de coordinación de la actuación ante la violencia contra las mujeres, tal y como avanzaron.

En el trabajo presentado ayer han participado 53 personas: 8 responsables políticos (3 mujeres y 5 hombres), 21 profesionales (16 mujeres y 5 hombres), 5 miembros de asociaciones (3 mujeres y 2 hombres) y 17 jóvenes (8 chicas y 9 chicos).

Entre otros asuntos, revela que las mujeres suponen un 49,6% de la población total del valle. En cuanto al Gobierno municipal, “se ha dado un avance en la presencia de las mujeres en la corporación local”, que ha sido de un 41,7% en la legislatura anterior y ha ascendido al 47,1% en la presente, con la consiguiente disminución de la presencia masculina, del 58,3% al 52,9%, pero “alcanzando cifras cercanas a la paridad”.

En algunos ámbitos se observan cambios en los últimos años: el deportivo “ha pasado de ser un mundo de hombres” a conciliar cierto equilibrio, y en las nuevas contrataciones se van incorporando mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados. En el Colegio Público, por ejemplo, la plantilla es muy feminizada: un 79,1% de los puestos están ocupados por mujeres, al igual que un 79,5% del profesorado, porcentajes que se mantienen similares en el equipo directivo. El servicio de limpieza es totalmente femenino.

Aranguren pertenece al 10% de las localidades más ricas del Estado y al 15% más rico de Navarra, pero en él hay más hombres empleados, más hombres activos y más mujeres en desempleo (representan el 6,3% frente al 4,1% masculino). Los datos revelan, asimismo, una mayor presencia de las mujeres en actividades culturales, en euskera, deporte adulto o en los servicios sociales.

Acciones específicas Se han puesto en marcha algunas acciones específicas orientadas a la igualdad como la creación de equipos y torneos femeninos de fútbol; la organización de servicios de guardería de manera paralela a actividades para madres y padres; organización de actividades dirigidas al público familiar para favorecer la participación de los padres; o la promoción de actividades lúdicas que incluyan contenidos de género.

Aunque persisten, por otra parte, algunos obstáculos, tales como la creencia de que la igualdad es una meta ya conseguida; de que características individuales son las que orientan las opciones de mujeres y hombres; que la desigualdad atraviesa todos los espacios de socialización; o un uso del lenguaje que perpetúa estereotipos sexistas y las presiones para la asunción de los papeles tradicionales por parte de mujeres y hombres. También las redes sociales y la percepción de un retroceso en la población más joven.

Desde la concejalía de Igualdad valoran este proceso como “imprescindible y fundamental” de cara a la implantación de políticas públicas de igualdad en el Valle de Aranguren. Tal y como explica Consuelo Gallego, “es un primer paso imprescindible que nos va a permitir conocer la realidad de nuestro valle y obtener información actualizada desde la que poder elaborar e implementar un plan de igualdad municipal ajustado a las necesidades, demandas y posibilidades de acción que han sido identificadas. Un plan que establecerá metas, objetivos y responsabilidades”.

Población. Las mujeres suponen un 49,6% de la población total del valle y los hombres, un 50,4%. En Mutilva un 46,0% son mujeres y un 54,0% varones. Los municipios más pequeños están, en general, más masculinizados.

Juventud. Los porcentajes totales reflejan un equilibrio entre el uso de los servicios por chicas y chicos, con un 51,8% y un 48,2% respectivamente, aunque la participación varía en función de las actividades..

Servicios Sociales. En 2018 fueron 594 las personas usuarias de los Servicios Sociales Municipales -recurso dedicado a la cobertura de las tareas de cuidado y asistencia social-, un 58,8% mujeres y un 41,2% varones.

Gobierno municipal. Se ha avanzado en la presencia de las mujeres en la Corporación Local, que ha sido de un 41,7% en la legislatura anterior y ha ascendido al 47,1% en la presente legislatura. Habiendo disminuido la presencia de los varones del 58,3% al 52,9%, alcanzando cifras cercanas a la paridad.

Gobernanza local y transversalidad de género. Compromiso político con la igualdad; presencia de mujeres y hombres en el gobierno y la plantilla municipal; capacitación del personal para el trabajo en igualdad. Cuidado, Corresponsabilidad y conciliación. Equiparar las diferencias en el uso de los tiempos; analizar los recursos para conciliación; movilidad y urbanismo para conciliar.

Empoderamiento de las mujeres, participación sociopolítica y cambio de valores. Participación en el ámbito laboral, en el uso de servicios y recursos públicos y en la vida asociativa, reflexionar sobre los roles y estereotipos de género.