a no son sólo botellas de champán o tentempiés minimalistas en los casos más lujosos, y aunque también se mantienen los botes de gel y champú, el gorro de ducha, el cepillo de dientes y hasta los discos de algodón para eliminar el maquillaje, el recibimiento en los hoteles cuenta ahora con un paquete nuevo.

Un pack de bienvenida que recibe el huésped para que pueda ponerse la mascarilla, los guantes, y aplicarse gel hidroalcohólico, nuevas medidas para adaptarse a una realidad y a normas a las que toca acostumbrarse. Toda precaución es poca, y en el Hotel el Toro de Pamplona cuentan hasta con una máquina ultravioleta para arrasar con el virus.

"Ha habido que cambiar los productos y el protocolo, hemos trabajado mucho en ello y es una forma de dar seguridad a los clientes, aunque todavía hay muchas restricciones", explica Sara Martínez, directora del establecimiento y presidenta de la asociación de Hoteles de Pamplona. Tardan una hora y media en limpiar una habitación estándar (unos 30 metros cuadrados), más del doble que en circunstancias normales. La gobernanta Letty Torres retira todo lo textil para meterlo en bolsas que van a la lavandería, donde se lava a más de 60º. Se desinfecta la estancia al completo (también todo lo susceptible de ser tocado por un cliente como el mando de la televisión, perchas, teléfono, interruptores...) después de pasar un aparato con rayos ultravioleta y ozono que higieniza la habitación.

"Hay que esperar diez minutos antes de entrar y luego ventilar bien durante otros 20 minutos. La papelería se ha reducido al mínimo y también la decoración, como alfombras o cojines, para facilitar esa limpieza", cuenta la directora, que explica que también a los clientes les miden la temperatura nada más entrar y ahora el desayuno es continental e individualizado para sustituir al clásico buffet libre, que se ha tornado impensable en tiempos de pandemia.

Hay ocupadas actualmente 12 de las 62 habitaciones, "el máximo histórico" desde que se decretara el estado de alarma. Ellos abrieron sus puertas el pasado 10 de mayo de manera normalizada y el día 4 para servicios esenciales. La media ha sido de unas 5 o 6 habitaciones estos días. También han levantado la persiana el Bed4You y Sercotel Iriguibel, aunque asegura Martínez que el sector tardará mucho en recuperar cifras habituales, ya que además muchas de las estancias, como el spa, el restaurante y otras zonas comunes, continúan vetadas. De octubre a mayo, recuerda, eran los mejores meses.

Alojan, sobre todo, a trabajadores de empresas y familiares de personas que están ingresadas en clínicas. Cuentan con una cuarta parte del personal habitual y ofrecen comidas gracias al servicio a domicilio que les lleva un restaurante de la zona. "La recuperación va a ser complicada y nos va a tocar hacer un poco de todo. Hemos estado buscando nuevas fechas para bodas y eventos, la gente está siendo bastante comprensiva. Pero necesitamos más datos en este sentido, alguna certeza, para saber cómo vamos a poder realizar nuestra actividad de ahora en adelante", valora Martínez.