La nueva planta de residuos que proyecta la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, pionera en el Estado y una de las más avanzadas a nivel europeo (solo hay ejemplos en Alemania, Italia y Suecia), logrará recuperar desde su entrada en funcionamiento -2023- el 75% de la basura que depositamos en los contenedores frente al 39% que se recicla en la actualidad, es decir, el doble. Es uno de los datos más impactantes del anteproyecto que dio a conocer ayer el ente comarcal en la doble sesión mantenida con miembros de la Permanente y del Consejo de la sociedad gestora. Llevamos diez años incumpliendo la ley europea: no se puede verter basura que contamine (sin tratar) aunque sea en un vertedero controlado como es el caso de Aranguren. Y la materia orgánica es lo más contaminante, responsable de la mayoría de las emisiones de CO2 que genera la entidad. Si el 57% de las 150.000 toneladas de basura doméstica generadas el año pasado -85.510- fueron a parar a Góngora, la nueva planta va a ser capaz de arañar otras 40.000 de materia orgánica contaminada entre la basura. Su alta capacidad de rendimiento tiene que ver con la incorporación de un sistema innovador, "integrado" y "flexible" que permite recuperar la materia orgánica y de envases en una misma instalación, y así "crecer" en la orgánica que es lo que interesa. Además, en todo el Estado no hay una planta capaz de "digerir la fracción limpia y la sucia, aprovechando todo el recurso", aseguró ayer Álvaro Miranda, director de Innovación y Proyectos Estratégicos. Se recupera tanto el material puro que llega del quinto contenedor marrón, como la parte orgánica que se separa del contenedor verde, y el que está mezclado entre los envases. El material más limpio se utilizará para hacer compost para la agricultura, y el segundo, para producir un producto "bioestabilizado" (no vivo) para "recuperar suelos". Según explicó el gerente de SCPSA Alfonso Amorena, el 25% de la basura será depósito de "rechazo" (restos de madera, plástico, ladrillo, trozos de critales, etcétera), sin valor, y se utilizará para rellenar canteras o zonas degradadas. "En otros países como Alemania o Dinamarca se utiliza también como combustible o se incinera", destacó Amorena. Este material será depositado, "en primer lugar", en el ámbito de la Comarca de Pamplona. Se trata de "un problema temporal" ya que para 2035 el nivel de rechazo tiene que ser 0: "Europa va a prohibir el vertido en 2035", reiteró Miranda quien dejó claro que no es posible desplegar este proyecto en Góngora, con independencia de la obligatoriedad de cumplir el convenio con Aranguren para el fin del vertedero en 2023, porque "el tratamiento de la fracción resto no cabe".

Biometano como combustible

El tratamiento de la fracción orgánica es"novedoso" y avanzado tecnológicamente porque el biogas resultante de la digestión de esa basura (se enriquece a partir del metano y se convierte en gas natural) mediante "túneles cerrados" se utilizará como combustible limpio para vehículos pesados. "Es un gas natural que permitirá mover el 100% de los camiones de basura y un 70%-80% de la flota de villavesas, el 30% restante con el biogás de Arazuri". En Imárcoain se generará dos veces y medio más biogás que en Arazuri. En total, 6.680.000 Nm3/año. Con este anteproyecto se licitará la redacción de proyecto y construcción de obra en el segundo trimestre de 2021. La MCP baraja 2023 para la puesta en funcionamiento. Todavía quedan trámites pendientes. Así, se requiere que el Gobierno de Navarra tramite el permiso medioambiental y un Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal que es un paso previo a la Declaración de Interés General de un centro que "no solo está pensado para la Comarca de Pamplona", dijo Amorena. A principios de 2021 se estaría en condiciones de adquirir la parcela de Nasuvinsa, y entre finales de ese año y comienzos del 2022 se podrían iniciar las obras con un plazo de ejecución de dos años. Nasuvinsa se encargará a su vez de urbanizar la parcela y dejarla preparada para finales de año.

Ampliación de contenedores con tarjeta

La ampliación del sistema de tarjetas permitirá pasar de 10.000 toneladas de materia orgánica a 35.000 en el 2023 (50%). Está previsto que en otoño del año que viene se inicie la expansión del sistema en las zonas más urbanas y se concluya en toda la Comarca en la primavera de 2023. El modelo va a ser similar al de Azpilagaña donde se ha conseguido recuperar el 68% de la materia orgánica de la basura. Lo que se limita es el acceso por días al contenedor verde. "El mensaje es que el contenedor de restos hay que utilizarlo poco, si se separa bien", detallan. Recuerdan que ahora se aprovechan, 10.000 de materia orgánica (marrón). El reto para 2027 con las tarjetas es alcanzar las 35.000.

claves Comarca y zona norte. Tratará los residuos urbanos de la Comarca de Pamplona. También tendrá "capacidad", indicó Amorena, para la llegada de residuos de la zona norte. Sin olores. Todas las áreas/procesos estarán cerradas y con atmósfera en "depresión y captación/tratamiento de aires/olores". Reserva para camiones. Una parte de las instalaciones se reserva para un futuro traslado de la flota de camiones de recogida. Galería para las visitas. A través de una pasarela los escolares y visitas podrán conocer las instalaciones mediante una pasarela acristalada elevada. 50-60 millones. Es el coste de la inversión para la que se espera contar con ayudas, también de la UE. Casi cero emisiones. Se instalará toda la capacidad posible de placas fotovoltaicas cubiertas. La totalidad del calor, por biomasa.

dos en uno

Orgánica y resto

Tratamiento mecánico. La instalación es única para la fracción resto y para envases. Se trabajará a turnos alternos (4 días/1 día). "Es decir, unos días hará el tratamiento y separación de la fracción resto, después se limpiará para hacer el mismo proceso con la materia orgánica", informó Álvaro Miranda. El personal que ahora trabaja en la planta de envases de Góngora se trasladará a Imárcoain, y la planta antigua se mantiene "por si hay que ampliar esta", dijo Miranda. El proceso será compartido para separar envases, materia orgánica y madera ya que el vidrio y el papel llevan otro recorrido (se venden directamente a operadores). La materia orgánica se procesará en dos líneas independientes: el quinto contenedor (marrón) y la orgánica separada en el tratamiento mecánico. Ambas se procesarán a través de un proceso de digestión anaerobia en túneles.

"Para 2035 el nivel de rechazo tiene que ser 0 porque Europa lo va a prohibir" alfonso amorena Gerente de SCPSA