Los vecinos y vecinas de Sarriguren que estos últimos días han recibido “un reguero” de multas al haber sido fotografiados por un radar móvil circulando a más de 20 kilómetros por hora en la avenida de la Unión Europea a la altura del colegio público Joakin Lizarraga están “estudiando la posibilidad” de llevar su caso al Tribunal Administrativo de Navarra (TAN). También prevén recurrir las multas -algunas de ellas superiores a los 200 euros y la retirada de puntos del carnet de conducir- que se les han impuesto. Los partidos políticos de la oposición del Valle de Egüés ya están pidiendo al Ayuntamiento información sobre el caso y es probable que el tema se trate en el próximo pleno municipal.

Además, los vecinos han enviado un escrito a los grupos políticos del Valle de Egüés para informarles de “la situación que se está dando”. En él, aseguran que “la colocación de dicho radar ha generado que un alto número de vecinos y vecinas hayan recibido multas y sanciones de carácter grave que incluso han podido llegar a ser hasta cinco para la misma persona, debido a que las personas sancionadas no han tenido conocimiento de la primera sanción hasta pasados tres meses”. La avenida de la Unión Europea es una de las dos principales vías de acceso a Sarriguren -la otra es la rotonda junto al colegio de Maristas en la avenida Reino de Navarra- y muchos vecinos deben tomarla “obligatoriamente y con frecuencia a diario, especialmente quienes vivimos en la II Fase de la Urbanización”, afirman.

El grupo de afectados entiende que en dicha avenida “se tiene que procurar un nivel de seguridad vial alto, puesto que en dicho tramo se encuentra la escuela Joakin Lizarraga y es frecuentado por menores durante algunas horas al día. Pero, desde luego, creemos que la colocación de un radar camuflado y sin ningún tipo de preaviso -tal y como se venía haciendo hasta ahora cada vez que se realizaba alguna campaña de controles de velocidad o drogas- nos hace pensar que esta acción atiende más a un fin recaudatorio que a uno de velar por la seguridad de los y las escolares. Por ello, consideramos que si lo que se busca es la seguridad en ese tramo, la opción única y temporal del radar no es la mejor manera para conseguir tal fin”. También indican que una de las señales de velocidad inducía a error ya que “marcaba una velocidad de 30km/h y otra 20km/h que tras varias quejas se cambió”.

Investigación

Como consecuencia, los vecinos piden a los grupos políticos del Valle de Egüés que “valoren si ha existido afán recaudatorio con esta medida, que se determine si ha habido mala fe en la actuación de la empresa adjudicataria, y por añadidura del Ayuntamiento, en la colocación de dicho radar móvil escondido, y en franjas horarias fuera del horario crítico escolar”.

Por último, les demandan que recaben información sobre el número de multas en ese tramo durante los meses de septiembre, octubre y noviembre y “de qué cuantía, gravedad, cuántos días estuvo colocado el radar y que se estudie la posible ilegalidad de las multas porque las denuncias no van firmadas por ninguna autoridad competente, no se especifica el lugar de la fotografía y porque la señal vertical de limitación a 20 km/h no cumple las medidas reglamentarias”.