Aseguraba, hace unos días, que no estaba demasiado nervioso porque le da cierta tranquilidad haberse preparado a conciencia. Y es que ya está acostumbrado a los títulos. El tres veces campeón de España (en 2006 y en 2014) y dos veces campeón de la Unión Europea (2016), Rubén Díaz, vecino de Paternáin de 41 años y agente de policía municipal en el Valle de Egüés, acaba de disputar en Roma el campeonato de Europa de peso medio, el máximo galardón continental en su categoría. 'El Destructor', apodo que le encomendaron al pasar a la categoría profesional de boxeo, asegura que sólo tenía ese objetivo en mente. Y lo intentó con todas sus fuerzas, pero no pudo ser.

"He hecho todo lo que he podido y me quedo con eso", valora. Llevaba dos años sin subirse al ring pero es el único navarro que ha disputado un Europeo, de hecho, lo ha hecho en dos ocasiones: una en 2018, con 39 años (en Polonia), y otra ahora, a finales de este 2021, a sus casi 42 y en Italia. Colgará los guantes sabiendo lo importante que es retirarse del deporte "en perfectas condiciones, no me duele nada. Pero me falta motivación aunque lo dejo entero, es buen momento. Lo he dado todo y no tiene sentido seguir compitiendo".

Ha pasado dos décadas boxeando y asume que lo más duro "es la disciplina. Como cualquier deporte, hace falta sacrificio, actitud con 'c' y con 'p'. Es un cúmulo de cualidades". Y lo sabe bien porque le ha tocado sacrificar su ocio, después de trabajar, para dedicarse a una afición a la que entró casi por casualidad pero que ha conseguido engancharle. "Fui con un amigo al que le gustaba entrenar y decidimos apuntarnos a un gimnasio, siempre me ha gustado el deporte. Cogí el gusanillo enseguida: el boxeo me hace liberar todo el estrés, estar más tranquilo".

Y es igual de duro sobre la lona que en su día a día porque asegura que es muy estricto. "Tengo buen carácter, trato fácil con la gente. Pero también soy muy serio, no me gustan las tonterías ni las bobadas". Sabe, eso sí, ponerse en el lugar de la gente. Es algo que le ha tocado hacer mucho desde que en 2011 comenzara su labor como agente de policía, y es que le toca hacer "de todo".

Pero lo que más le gusta es resolver conflictos: "Es un trabajo dinámico y variado. Hay que intentar solucionar los problemas de los vecinos y vecinas, la Seguridad Ciudadana es lo que más me gusta", confiesa. Prefiere solucionar que sancionar.

Cuenta con un referente muy claro, Saúl Canelo Álvarez -un boxeador profesional mexicano que ha ganado campeonatos mundiales en 4 divisiones distintas de peso- y aunque asegura que cada vez hay más gente en los gimnasios, tanto chicas como chicos, el suyo es "un deporte minoritario que no tiene demasiados apoyos ni repercusión, por lo menos aquí. Vivir del boxeo, aunque seas el mejor, es prácticamente imposible. Hay afición, gente que participa y mucha gente que entrena, pero es un hobby", lamenta.

Así que ahora, más tranquilo, se dedicará a sus cosas -está cursando Geografía e Historia y Derecho en la UNED-, a su familia y a su labor de policial€ Con los pies en la tierra pero dejando, eso sí, el listón bien alto.