La celebración del 800 aniversario del nacimiento de la ciudad de Viana habla del origen puntual de este rincón de Tierra Estella. No hace mucho hablamos de los vestigios prerromanos de sus alrededores que indican que su ubicación y sus recursos la hicieron un lugar estratégico en diversos ámbitos además de los propiamente militares. La prosperidad de los campos y tierras de labranza, la cercanía de las aguas del Ebro junto con sus humedales, las tierras propicias para el cultivo de la vid, del almendro y del olivo con toda la gama de posibilidades que estos productos aportan a la economía y la gastronomía. Viana es una ciudad que en estos comienzos del siglo está muy bien situada en varios frentes. Su ubicación en la muga con La Rioja fue visionaria la instalación progresiva de sus polígonos industriales para atraer y no dejar escapar la industria que en otros lugares de Tierra Estella ha ido desapareciendo, aunque esperemos que no sea de manera irreversible. Durante estos días, Viana no solo celebra su octavo centenario si no que quiere aprovechar esta ocasión para invitarnos a que la descubramos -o la redescubramos los que ya lo conocíamos-. Por las calles de Viana al abrigo de la murallas que defendieron Navarra de los continuos ataques de sus conquistadores, hoy se puede sentir algo de aquellos tiempos y de aquel espíritu de resistencia con el que convivieron durante varios siglos sus vecinos y que uno puede sentir apenas pone los pies en las ruinas de San Pedro o se asoma a lo alto de la muralla con vistas a Logroño. La visita a Viana es obligada ahora que están de celebración y cualquier día que uno quiera palpar y sentir,por fin, esa parte de la historia que durante tanto tiempo se nos escamoteado y que está ahí y lo impregna todo.s