Estella cuenta ya con un parque inclusivo que ofrece columpios adaptados para que puedan ser usados por niños y niñas que utilizan sillas de ruedas. Los columpios se han instalado a través de los presupuestos participativos, a propuesta de varias madres cercanas a la familia de Aiora Amezketa, niña de Estella-Lizarra afectada de daño cerebral. La propuesta de la familia fue respaldada por 742 votos en la convocatoria participativa. El último columpio instalado permite su utilización por usuarios en sillas de ruedas y precisamente está destinado a ellos y ellas en exclusiva, como se indica en la propia estructura.

Precisamente, y tras detectar usos incorrectos, se ha hecho un llamamiento a un buen uso de esta instalación, de manera que se reserve para los niños y niñas y personas que lo necesitan. “Ha costado mucho tiempo conseguirlo para que ahora se estropee por el mal uso de algunos niños”, se señala, a la vez que se recuerda que su uso es exclusivo para personas con sillas de ruedas y que está totalmente prohibido que se monten uno o varios niños de pie. Con ello se evitará que el columpio se dañe. No obstante, el columpio sí es inclusivo y lo pueden utilizar otros niños, siempre de manera correcta y razonable, para acompañar a los pequeños con discapacidad.

Desde la familia de Aiora, su madre, Maialen Zabalbeaskoa, explicó que hasta ahora no se contaba con un parque similar. “En el Centro Oncineda tienen un columpio como este, pero no es público, por lo que presentamos la propuesta a los presupuestos”, recuerda.

Una vez recibidos los votos necesarios por parte de los vecinos y vecinas , se estudiaron distintas opciones, siempre pensando en que pudieran ser usadas con sillas de ruedas. “Informándonos vimos este y consultamos con Oncineda, nos comentaron que estaba muy bien. Además, se ha instalado también una rueda. Lo que queríamos es que fuera inclusivo y visible, que estuviera en pleno centro de la ciudad”, explica Maialen Zabalbeaskoa, que añade sobre el sistema que tiene una rampa por la que subir la silla, se ancla con el freno y se balancea.

Aiora ya ha estrenado el columpio, así como otros niños como Yerai. Además, también el nuevo columpio fue visitado el viernes por los alumnos y alumnas del aula alternativa de Remontival y sus profesoras y también por los niños y docentes del aula de transición del Colegio Santa Ana.

Estos alumnos y alumnas con discapacidad disfrutaron del columpio y acompañaron a su compañera que utiliza silla de ruedas en su uso. La profesora del aula alternativa de Remontival, Txaro Zabalza, explicó que “cualquier niño disfruta del balanceo, los niños con discapacidad mucho, porque el sentido del balanceo les gusta y estimula”. En este sentido, añadió que puede beneficiar también en otros sentidos. “Necesitan cambios posturales y todo este tipo de estimulación es muy beneficioso”, resumió.

No obstante, no todo está siendo positivo en la puesta en marcha del sistema, de manera que se insiste que se respete. “Se está usando mal todos los días. Hay que buscar la empatía y el respeto, porque se puede romper”, insistió la madre de Aiora. Maialen Zabalbeaskoa quiso dar las gracias “primero al Ayuntamiento, por permitir que la gente pueda elegir, y después a las personas que han votado. Ahora, que se respete”, destacó.