La llegada de Inma Martínez (Valeria), Diego Garrido y la pequeña Ariadna de cinco años a Bargota, es un nuevo paso de esta localidad de Tierra Estella en su lucha contra la despoblación. Un fenómeno en el que la localidad ha ido perdiendo el 60% de su población y al que hoy se le planta cara desde el nuevo Ayuntamiento con la alcaldesa Cristina Remírez a la cabeza.

Primero con la realización de un censo de posibles casas que ofrecer a los futuros vecinos y después apuntándose a la plataforma Holapueblo de la asociación AlamaNatura. Es aquí donde Valeria y Diego descubrieron Bargota y donde vieron que podrían desarrollar su proyecto Leku Amaigabea (espacio sin fin), de animación ocio y danza. “Elegimos Bargota porque compartimos la inquietud de vivir un el mundo rural y porque es un pueblo muy interesante en el que la gente es inquieta y está muy viva” aseguró ayer Valeria, que es el nombre artístico de Inma Martínez originaria de Elche (Alicante).

Su sueño es el de ir creando una iniciativa en la que en primer lugar se vayan haciendo actividades como el baile y la gimnasia entre los vecinos y vecinas del pueblo, para más adelante traer profesores diferentes para nuevas actividades de ocio y, finalmente y a medio plazo, crear un calendario de actuaciones y conciertos en Bargota. “Dar servicio a la zona y que la gente también venga desde fuera, incluso desde las ciudades porque a la gente le gusta moverse si hay oferta cultural”, comentó Valeria. Un proyecto en el que se ha visto muy apoyada por el Consistorio ya que “nos han ofrecido locales donde poder realizar estas actividades y de hecho ya hemos comenzado alguna”, comento Valeria. También se sintieron apoyados en la búsqueda de una casa de alquiler donde pudieran asentarse y eligieron para ello la mismísima casa del Brujo de Bargota, el personaje más célebre de esta villa que celebra cada año la fiesta de la Brujería. El edificio ha sido adquirido por el ayuntamiento y para el que hay ideas de que en el futuro pueda albergar un pequeño museo con la figura de Joanes de Bargota. De momento, el matrimonio vive alquilado en esta casa en un precioso rincón rodeados de casas de piedra. “Es más fácil para quien decida venir a un sitio que no conoce, buscar un sitio de alquiler hasta ver si es eso lo que buscabas. En nuestro caso ha sido así y ya estamos pensando en comprar una casa con un pequeño espacio para jardín o huerto”, comentó Valeria, quien destacó la gran cantidad de servicios de la localidad: centro de salud, farmacia, bar, piscinas, peluquería o la tienda de ultramarinos.También destacó la cercanía de la ikastola de su hija Ariadna en Viana a la que se desplaza en taxi todas las mañanas junto con el resto de los siete niños y niñas del pueblo. Pero si algo destacan es la libertad del entorno “aquí salgo a jugar y voy a la calle yo solita” aseguró la pequeña. Junto a esta libertad, Diego destacó el placer de vivir en un entorno natural y formar parte del ambiente del pueblo como el de ayer viernes en el que participaron en los dos pintxopotes que hubo por la noche en Bargota, “hemos venido con ilusión, con ganas y las cosas muy claras”.

Mundo rural. Bargota cuenta con tres nuevos vecinos, el matrimonio de Inma Martínez (Valería) de 48 años Diego Garrido de 46 y su hija la pequellia Ariadna de cinco. Viven ya en la casa original de Joanes de Bargota.

Aseguró esta nueva vecina de cinco años que a diario se desplaza en taxi para estudiar en la Ikastola Erentzun de Viana.