Si de normal el 27 de julio es una jornada especial en las fiestas de San Adrián, esta vez lo fue aún más. Y es que los más mayores del municipio, uno de los sectores más vulnerables durante estos años de pandemia, celebraron su Día Grande por todo lo alto.

Para empezar la mañana, la comparsa de gigantes se desplazó hasta el geriátrico para deleitar a los allí internos con sus valses. Emocionados y agradecidos, todos aplaudieron radiantes de alegría.

Después, y pasadas las 12.30 horas, el Rebote fue el punto de encuentro de los y las ‘Mayores’ de San Adrián que, ataviadas de punta en blanco, se fueron hasta la parroquia guiadas por los gigantes y los gaiteros.

Jesús Pellejero, presidente desde febrero del Club de Jubilados tras la dimisión de Flori Ambrosi, reconocía que el día no había empezado de la mejor manera si no “muy apurado”, y es que, desvelaba, “nos han dejado empantanados los del catering para la comida y para las peñas y hemos intentado buscar a alguien que nos atendiese a última hora”. Sin embargo, reía, “aunque hemos empezado mal seguro que lo levantamos”.

El 27 de julio, recordaba, “caiga como caiga siempre es nuestro día y creo que es importante mantenerlo en el calendario festivo. Hoy dejamos a los nietos y nietas y nos toca gozar”. De hecho, tras la eucaristía y después de hacer encaje de bolillos, se juntaron para comer 140 personas. “Espero que todo el mundo lo pase de maravilla estos días. ¡Que vivan las fiestas y que viva San Adrián!”, expresó eufórico tras asegurar que él no falta a prácticamente ninguno de los actos del programa festivo; “estoy por ahí, como se suele decir, de sol a sol”, comentaba en tono jocoso.

El club de jubilados

En la actualidad, destacaba, el Club de Jubilados cuenta con unos 900 socios y, aunque la pandemia les privó de todo, “solemos hacer excursiones de día y viajes más largos; hemos estado en Zarautz o Girona, por ejemplo, y en septiembre iremos a Cantabria”.

Esta época convulsa, insistía, ha sido dura. “Todo se fue al traste. Además, a día de hoy el miedo no se quita, está ahí. No podemos decir que no tenemos miedo porque estaríamos mintiendo porque no sabemos dónde está el bicho, como se le llama, ¿no? Pero ahora las fiestas es motivo de mucha, mucha alegría”.

Por último, recordaba que en octubre suelen celebrar el mes cultural con charlas y talleres así como con el reconocimiento a los matrimonios que celebran alguna efeméride redonda y, además, todos los años festejan los 90 años de sus socios y socias.