Un manso protagonizó el atropelló que dejó inconsciente a un joven ayer en la calle Mayor a la altura de la calle Carpintería durante el encierro de fiestas de Estella -Lizarra. El percance se produjo cuando el corredor terminó su carrera con las vacas y no fue consciente de la llegada del enorme animal que le propinó un golpe que acabó con el joven en el suelo.

También en el encierro se produjo un incidente muy desagradable en el que un joven agricultor, vecino de la localidad de Oco, en el valle de Valdega, utilizó la violencia contra una de las reses de Macua participantes en la carrera, en la Avenida de Yerri, haciendo caso omiso de las indicaciones de un pastor que se vio obligado a reclamar ayuda a la Policía Municipal. Otro joven agarró a la vaca de la cola y la golpeó. En el acto también se produjo una pelea posterior.

La situación generó mucha controversia en redes sociales y agrupaciones como AnimaNaturalis o PACMA denunciaron los hechos, que tildan de "salvajada" y trato "humillante y bárbaro" a un animal. "Estos actos de violencia solo perpetúan una cultura de insensibilidad y falta de empatía hacia los seres vivos", explica el presidente nacional de PACMA, Javier Luna, que añade que "no puede pasar por alto la responsabilidad del Ayuntamiento de Estella en la perpetuación de este tipo de festejos", así como la "permisividad y promoción de actividades que involucran el maltrato animal". Policía Foral también colaboró en las investigaciones para identificar a los implicados.

El Partido Animalista PACMA ha instado a través de un comunicado al Ayuntamiento de Estella, gobernado por UPN, a revisar sus políticas y reconsiderar la organización de eventos que involucren "el sufrimiento de terceros incluyendo a los animales", exigiendo que se tomen medidas para evitar que incidentes similares ocurran en el futuro. Afirman que este tipo de escenas son "totalmente previsibles" debido al habitual consumo de alcohol en estos ambientes, sin que exista, sostienen, "control alguno sobre el estado de quienes participan". 

La formación política animalista, que convoca una gran manifestación antitaurina en el mes de septiembre en Madrid, explica que el control en estos eventos es "deficiente cuando no es inexistente" y que no existe persecución ni penalización en términos generales ante los posibles comportamientos violentos de los participantes.

Con todo, ambos encierros fueron rápidos y las reses no volvieron hacia los corrales como ocurriera en otras jornadas anteriores.