La ganadería Hermanas Azcona de Olite ha protagonizado un encierro rápido en el que un toro se ha caído en la curva de la Estación y se ha quedado 30 segundos inmóvil. La carrera ha durado 2 minutos y 23 segundos y se ha saldado con tres heridos, ninguno por asta, y un trasladado al Hospital Universitario de Navarra tras ser embestido por un cabestro y un astado. El encierro, en fin de semana, ha convocado a mucha más gente que los días anteriores tanto corredores como público.
Tras el lanzamiento del cohete, la manada ha tardado unos segundos en salir hasta que tres cabestros tomaron la iniciativa. Los tres mansos han recorrido la calle Severino Fernández unos metros por delante del resto de la manada mirando a los mozos y amagando con algún que otro derrote. Al final de la calle, un toro negro les ha alcanzado y al enfilar la curva de la Farola ya se habían juntado los dos grupos. Un toro negro ha trazado por fuera la primera curva y, sin desviarse de su camino, miraba a los mozos y ha creado alguna situación de tensión al parecer que iba a arremeter contra el vallado, donde se encontraban los efectivos de Cruz Roja.
Tras la curva, un morlaco ha encabezado la manada y ha sacado unos metros de ventaja. Por detrás, le seguían sus hermanos por parejas, el último acompañado de un manso. Se han creado huecos para que los mozos pudiesen disfrutar de unas bonitas carreras pero eran más complicados de ver que los días anteriores. La mayor densidad de corredores ha provocado más empujones y caídas sin incidentes reseñables más allá de un mozo que ha sido empujado por el asta de uno de los morlacos a la altura del puente.
Tras una recta a gran velocidad la manada ha llegado en fila a la curva de la Estación. El primero de los astados y un cabestro la han trazado sin problema pero el segundo, un toro castaño de número 27 y nombre Visón, se ha caído y ha quedado tendido en el suelo. Al bajar de la acera se ha tropezado y se ha dado de bruces contra el asfalto justo delante de uno de sus hermanos que ha tenido los reflejos para esquivarle.
Ha permanecido en el suelo mientras el resto de los astados han pasado por su lado sin detenerse. El que encabezaba se ha acercado al vallado izquierdo a la salida de la curva pero sin peligro y ha terminado la carrera acompañado de un manso. Seguían cuatro toros negros, dos de ellos sin problema y el otro ha arrollado a uno de los mozos tirándole al suelo y ha barrido el vallado izquierdo hasta el callejón. En la entrada a la plaza un mozo ha sido embestido por cabestro y después por un toro, sin heridas por asta pero dejándole un fuerte golpe en el abdomen.
A todo esto, Visón seguía tumbado. Ha estado 30 segundos siendo citado por mozos y pastores intentando levantarse sin conseguirlo. Hasta que uno de los pastores, tras parar a los mansos de cola, le ha ayudado a levantarse. Una vez de pie ha terminado la carrera acercándose a las tablas provocando tensión pero no peligro hasta la entrada al coso.
El parte médico ha informado de tres atenciones. El primero, un joven pamplonés, P.A.C., de 21 años, ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra con un trauma costal y posible neumotórax tras ser embestido por un toro y un cabestro a la entrada de la plaza. En segundo lugar, J.G.R., también de Pamplona de 30 años, por erosiones en rodilla y codo. Y el último atendido ha sido F.U.G., pamplonés de 35 años, por erosiones en rodilla, nariz y brazo. l
Las sensaciones de los corredores
El quinto y penúltimo encierro que ha recorrido las calles de Tafalla ha dejado una sensación amarga entre los corredores debido a la rapidez de los astados y a la gran afluencia de personas, al ser el fin de semana.
Íñigo Armendáriz, habitual en los encierros de Tafalla, ha comentado que “en comparación a los encierros de jueves y viernes el de hoy ha sido malo porque iban muy rápido. Además el primer y segundo toro iban cabeceando”.
Armendáriz, también ha destacado que con la gran velocidad que ha llevado la manada el peligro aumentó. “Han sido tan veloces que solamente he visto a dos toros y me he tenido que apartar un poco porque me iban a llevar por delante. Ha sido peligroso”.
Ander Huarte, un mozo que ha corrido en la zona de la Farola, también ha hecho hincapié en la velocidad del encierro y en cómo le ha perjudicado. “Ha sido muy rápido y no me ha dado tiempo a hacer nada porque un chico se ha chocado conmigo. Luego he intentado meterme otra vez al recorrido y ha sido imposible. Personalmente, el encierro del viernes fue bastante mejor”.
Huarte, también ha indicado que “se ha notado la gente al ser fin de semana y ha costado encontrar hueco”.
Por otro lado, Aihan Ibáñez, corredor de la zona de la Estación, ha valorado positivamente el encierro. “Ha estado bastante bien, aunque no he corrido cerca de los toros porque eran bastante grandes en comparación a otros días”. También ha criticado que “había tanta gente delante del toro que ha sido imposible correr”.
Por último, Anthony Neire, corredor habitual de Noáin, San Fermín y Tafalla, ha dicho que “el encierro ha sido muy abierto, aunque se ha notado que ha venido gente de diferentes pueblos”.
