En Beire también están de fiesta
Mari Cruz Bravo, administrativa en el Ayuntamiento durante 33 años y recién jubilada, lanzó el chupinazo
Beire se sumó este miércoles a la larga lista de localidades que celebran sus fiestas patronales durante la segunda quincena de agosto, la más ajetreada del año sin duda alguna. Mari Cruz Bravo, quien ha sido durante 33 años la administrativa del Ayuntamiento, y jubilada el pasado mes de diciembre, aunque originaria de Pitillas, fue la encargada de dar inicio a los cinco días de fiesta. “Me hizo mucha ilusión cuando me propusieron para lanzar el cohete, pero ahora mismo estoy nerviosa viva”, admitía Mari Cruz minutos antes de prender la mecha, mientras explicaba que siempre guardará con cariño a los habitantes de esta pequeña localidad. “Entré a trabajar aquí en el año 91 como secretaria y al final, al ser un sitio tan pequeño donde la población es bastante mayor, haces mucha amistad con todo el mundo. Muchas veces me excedía de mis funciones como secretaria, aunque lo hacía con mucho cariño. Si te viene una persona mayor a pedirte ayuda para rellenar un formulario de la Seguridad Social, ¿cómo no lo vas a hacer?”, opinaba. Los actos del día, no obstante, habían comenzado a las 11:30, cuando Pilar Sánchez colocó el pañuelo de honor a la persona más mayor de la localidad, Esther, quien estuvo acompañada de su hijo y una nieta. Para Esther, lo que más le gusta de las fiestas de Beire es “ir al bingo con las amigas”.
Por otro lado, estas serán las primeras fiestas como alcaldesa para Pilar Sánchez, después de que comenzara sus funciones en el Ayuntamiento en el mes de diciembre, al no haberse presentado candidatura alguna en las elecciones de mayo. Según contaba una siempre sonriente Pilar, para esta edición se ha introducido alguna novedad en el programa, como es el torico con ruedas o la actuación de la Banda de Olite junto a los dantzaris Txibiri taldea. “Otra novedad es que una de las noches haremos cena popular con brasas, para que cada cual se traiga sus parrillas”. Finalmente, para Pilar, el momentico de las fiestas que más le gusta es la ronda de zurracapote que se hace tras el inicio de la fiesta. “Además del chupinazo, que es un momento que esperas todo el año, algo que todos disfrutamos es cuando vamos con la txaranga por todas las peñas probando zurracapote. La peña ganadora se lleva un premio en metálico, pero también el orgullo de ser la mejor peña elaborando esta bebida. Participa gente de todas las edades y es una gozada ver a todo el pueblo disfrutando de un mismo evento”.
Presupuesto ajustado
Las fiestas de Beire han contado con un presupuesto aproximado de 35.000 euros. “Tenemos mucha suerte porque de cara a fiestas colabora todo el pueblo, lo que nos hace ahorrarnos mucho dinero. En lo que más se nos van los euros son en todo el tema taurino así como en las orquestas”, sumaba Pilar.