Aunque amenazaba lluvia, la patrona de Peralta, la Virgen de Nieva, salió en procesión arropada por decenas de vecinos y vecinas que, de punta en blanco, no quisieron perderse el acto central de la segunda jornada de las fiestas.
Con el repique de campanas, a las 12.00 horas, y aupada por seis mozos, la imagen salió de la parroquia al son del Himno de las Cortes de Navarra que interpretó la banda de música. Los honores no se hicieron esperar y, acto seguido, fue la comparsa, junto al trío de gaiteros, la que deleitó a los allí presentes con un vals.
El recorrido comenzó por la calle mayor; los gigantes, cabezudos y el zaldiko abrieron la comitiva y, justo detrás, desfilaron los estandartes de las cofradías. También participó la corporación infantil y, además, las miradas recalaron en Ángela Amigot y Daniel Casarejos, los dos txikis que se encargaron de llevar el pañuelo que a la altura de la plaza le colocó Iván Jalle Alonso a la talla de la patrona.
De 25 años, explicaba Iván que se enteró hace un mes de que le tocaba ser el protagonista de uno de los momenticos de la procesión. “La verdad es que estuve algo nervioso al principio, pero conforme ha llegado el momento estoy más tranquilo y con muchas ganas. Es un orgullo”.
Acompañado por sus padres, y con su abuela, como él mismo explicó, viéndolo en directo a través de la televisión, porteó por primera vez la imagen de la Virgen de Nieva en 2018. Aunque se tuvo que retirar antes de tiempo el día del chupinazo, “es algo que merece la pena. Hay que preservar lo nuestro”.
Las jotas tampoco faltaron a la cita y allí también estuvieron los miembros de la corporación municipal que preside Juan Carlos Castillo; la consejera de Función Pública, Interior y Justicia del Gobierno de Navarra, Amparo López, así como representantes políticos de otros municipios.