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Mala corrida de Conde de la Corte y una oreja para Giménez

El primer toro, que se paseó adelante y atrás en el encierro matutino, fue un manso integral

Mala corrida de Conde de la Corte y una oreja para GiménezIñaki Porto

Mal empezó el serial tafallés: nada menos que con pañuelo rojo de banderillas negras al primer toro. Los dos siguientes, descastados. Y los toreros sin echar la pata con ganas de lidiar con recursos; el personal lo habría sabido apreciar. Al contrario, abreviaturas sin garra porsiaca para matar.

Al ecuador de la función, el mismo peñazo y la misma decepción. Sí anotar que Lacunza blandió ese moquero colorado para premiar con banderillas negras a ese que partía feria. Y, quizá, unos doblones estilosos de Diego García con el tercero, en el que tocaron hasta un tan chulo como inmerecido Puerta Grande. La ovación de la tarde se la llevó más que mercidamente el monosabio granadino Francisco Javier Fajardo Hernández, que protegió a un caballo de picar cuando ese mansurrón primero se dedicó a desmontar a los jinetes y crear el pánico. Escena que pondría a cavilar a más de uno: antitaurinos, politiquillos corrupios...

Tornay, que clavó un imperial par al 3º, se la jugó y fue cogido por el 6º.

La cosa cambió bastante con el cuarto toro. Era el bonito Almena, que sacó mayor movilidad y ganas de embestir por abajo que sus hermanos; aunque mejorales era bastante fácil. Gómez del Pilar se fue haciendo con él. La música sonó con más sentido y las series surgieron con cierto grado de mando y emoción. El personal lo agradeció. Estaba la oreja a falta de un espadazo eficaz, pero el de la Villa y Corte trajo un arma atascada. La escena de cerró con aplausos cariñosos desde los medios.

El quinto fue Pelo-liso, de cuajadas hechuras. Se rajó tantas veces de los engaños de Giménez como volvió con nobleza al cite. Cada tanda era un irse y volver. Incluso metía dos veces la cara planeando. Una dicotomía curiosa e interesante: la pea interna de sus genes. Giménez lo entendió y supo esperar para darle fiesta sin apreturas, pero con mérito. Espadazo y oreja. Buen debut del valenciano.

El sexto, además de chico, fue el regreso a la descastada primera parte de la función. Para un buen recuerdo: Esos valientes, Fajardo y Tornay.

LOS TOROS

Conde de la Corte. Conjunto desigual. Manso de manual el 1º. Deslucidos 2º y 3º. 4º, manejable. 5º con empuje en varas; y manso, noble y con clase en la muleta. El 6º, chico y descastado.

LOS TOREROS

Gómez del Pilar. (Gris y oro). En el 1º, silencio. En el 4º, saludos.

Miguel Giménez. (Azul y oro). En el 2º, silencio. En el 5º, oreja.

Diego García. (Granay oro). En el 3º, silencio. En el 6º, silencio.

LAS GRADAS

Presidencia. Bien. Pablo Lacunza, asesorado por Francisco Sagardía y Javier Martínez.

Incidencias. Mucho calor. Media entrada. Debutó con buen aire de alguacililla Irene Jiménez. Ovación al monosabio Fco. José Fajardo por proteger a un caballo en el 1º. Fco. Javier Tornay, brillante y valiente en banderillas, fue cogido fuerte (no grave), en el 6º.