El Polo (Volkswagen) de Polo ya era conocido y blogueado en la ciudad y a través de sus redes sociales antes de que la Policía Municipal le detuviera por triplicar la tasa de alcoholemia. El domingo hizo su último alarde con el vehículo oficial, aparcó en una zona de residentes, Sector 1, el aparcamiento de superficie de la plaza de toros antes de salir a dar una vuelta. En la plaza del Castillo se cruzó con sus subordinados, los mismos que ya se percataron del difícil "deambular" del que supuestamente era su máxima autoridad al frente de la seguridad ciudadana... Hizo el paseíllo en evidente estado de embriaguez por el centro neurálgico, saludando a sus agentes, dando tumbos pero confiado, sin acordarse seguramente de la involución y malestar que anida dentro del cuerpo ni de los expedientes disciplinarios abiertos contra muchos de los policias.

Eran los mismos uniformados que habían visto aparcar en "múltiples" ocasiones el mítico Polo en una céntrica calle de la capital navarra ocupando una plaza reservada para minusválidos durante las horas del mediodía. Polo hacía uso de uno de los tres vehículos oficiales junto a Maya y Santamaría, así como de la tarjeta de aparcamiento que le habilitaba a dejar en coche estacionado en zonas especiales. Prebendas que no correspondían en la tarde del domingo cuando salió de casa para otros menesteres. Pero la inercia lleva a veces al poder a cometer esta clase de abusos. Unas veces es sacar del depósito de la grúa el vehículo de un concejal del equipo de gobierno que considera -seguramente- ha sido irregularmente denunciado por vendettas de sindicatos policiales pero que termina resolviendo el problema con una llamada a la jefatura del área. Otras veces es utilizando el vehículo del Ayuntamiento como vehículo particular. Por cierto, ¿quién pagará el desperfecto de los dos vehículos?

"Ordeno y mando, y el que se sale de la fila, palo". Así definía un agente el modelo policial que tiene Pamplona, el moldeado en los últimos años, "más propio de soldaditos de reemplazo, ni siquiera está organizado como un Ejército moderno". "Antes, la Policía Municipal tenía unidades que eran la envidia de muchos cuerpos policiales de todo el país, como el grupo de menores, las UPA... ahora no tenemos ni unidad de tráfico y el acento se pone en las sanciones y en contar con policías de paisano para poner trampas o que se lleven los coches las grúas en lugar de atender e informar. Además, muchos traslados se hacen bajo criterios arbitrarios teniendo en cuenta perfiles más agresivos para determinados puestos donde se quiere reforzar las sanciones", abundaba ayer otro agente local.

Para muchos ediles y cargos consultados, Polo no ha contribuido a "conciliar" ni "resolver" los problemas internos de la Policía Municipal por "dejación de funciones". "No fue un problema de Polo que Maya decidiera refrendar a Simón Santamaría pero sí que no ha sabido controlar la situación", remarcan. "Está recogiendo lo que ha sembrado, creó un cuerpo de policía muy militar que ahora se ha vuelto en su contra. No ha sabido controlar a su propia gente y son más de 400 uniformes", coincidían ayer varios representantes municipales. Las resoluciones del TAN por expedientar a "diestro y siniestro" a sus agentes demuestran este hecho, señalaban.

Otra larga polémica salpicó también a su hijo y fue acusado de un presunto trato de favor tras dar positivo en un test de drogas en 2001 -Polo se encontraba al frente del área de Protección Ciudadana-, lo que éste negó. Como resultado de aquel affaire, Polo padre suprimió de un plumazo el grupo de seguridad vial, los motoristas de tráfico, señalan.

Muchos ciudadanos tampoco han entendido decisiones tomadas desde este área, menores pero con un calado ideológico, como prohibir en su inicio (finalmente se autorizó) la actuación de un grupo de teatro inspirada en el asesinato de Nagore Laffage o la decisión de Polo de pedir la contratación de un seguro civil de 300.000 euros a los convocantes de una rueda de prensa que finalmente Maya reculó. Tampoco la retirada de la placa de homenaje en memoria de Ángel Berrueta en San Juan.

El área de Seguridad Ciudadana también prohibió la venta comercial en el Mercado Social y Trueke de la Chantrea, y anuló la autorización para realizar el nuevo Mercado de Trueke que impulsaron los vecinos del Casco Viejo en la plaza de Recoletas y, posteriormente, en San Francisco (les han dado permiso en Santa Ana). Otra de las llamadas por la oposición como "chapuzas" ha sido el proceso de gestación de la nueva ordenanza de los encierros donde se ha puesto en evidencia la premura y falta de planificación del equipo de gobierno, así como el intento antidemocrático de no recoger las aportaciones de la mesa del encierro. Finalmente no habrá multas exprés acompañando a los cajeros a los guiris y el capítulo de sanciones se remite a la ley foral de espectáculos. No se han resuelto en cambio otras cuestiones importantes para la ciudadanía en materia de seguridad como el aparcamiento de la zona de hospitales o el estudio del tráfico en el centro. Polo (1945, casado y con cuatro hijos) fue concejal en Pamplona de manera ininterrumpida desde el año 1999, cuando sustituyó a Ruiz de Langarica. Desde entonces ha ocupado las concejalías de Protección Ciudadana, Conservación Urbana, Función Pública y, de nuevo, Seguridad Ciudadana. Diplomado en Enfermería se había jubilado recientemente y era el edil con más experiencia. Con él se va también una forma de entender y de hacer política.

cronología

Tala de árboles de la muralla en 2010. En junio de 2010, los grupos ecologistas Gurelur y Lurra registran un manifiesto en defensa del arbolado de la ciudad con la adhesión de más de 1.000 firmas. Afirman que "el concejal del área, Ignacio Polo, mintió a la ciudadanía cuando dijo que en el talud de Curtidores sólo se habían talado ocho árboles y que encima estaban enfermos". Según las organizaciones, se talaron más de 188 ejemplares, "todos ellos sanos". Los colectivos también denunciaron que en los últimos dos años se habían talado alrededor de 513 ejemplares en la muralla, desde el portal de Francia hasta la cuesta de la Reina.

Apoyo a Simón Santamaría. En febrero de 2013, la Comisión de Personal pide el cese de Ignacio Polo y del jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría, a los que acusan de irregularidad y opacidad en las sanciones. En enero de 2014, el TAN anula tres sanciones de UPN a agentes municipales por manifestarse con megafonía, poniendo en entredicho las decisiones del área de Seguridad Ciudadana. En marzo, Santamaría es citado a declarar en sede judicial acusado de siete delitos de amenazas, coacciones, abuso de poder o contra los derechos laborales. Polo muestra su confianza en la inocencia de Santamaría y ratifica su apoyo al jefe de la Policía Municipal. Ese mismo mes el Pleno aprueba también una moción en la que rechaza "rotundamente la lamentable gestión de Santamaría y de UPN al frente de la Policía".

"El ciudadano no ve ningún problema". "El ciudadano no ve ningún problema, percibe un buen servicio, tiene un grado de satisfacción con su policía, de lo contrario, me preocuparía este hecho", abundaba Polo en su defensa de Simón en el Pleno del pasado mes de marzo. Defendió que ha llevado a efecto una "importantísima reestructuración" de la Policía Municipal.

Depósito de grúa, un gasto superfluo. El gasto anual que Pamplona destina para alquilar a una empresa privada el depósito de la grúa (sito en el parking de la Audiencia) es un gasto superfluo, perfectamente prescindible y que no se justifica. Así al menos se desprende de la lectura del informe que realizaron los servicios jurídicos.

El montón de 2013. Polo, responsable de Seguridad, defendió que los graves sucesos (montón) ocurridos por el cierre de la puerta de entrada al coso taurino durante los pasados Sanfermines se debieron a la masificación y a que los mozos no saben correr.

Ordenanza del encierro. El Ayuntamiento trató de imponer una ordenanza que se excedía de sus funciones como se ha demostrado en varios informes.