txantrea - Dice David Marriezcurrena que lo que han pergeñado mes a mes y de forma ininterrumpida durante 20 años es “una auténtica enciclopedia txantreana”. Una revista que hasta se colecciona: “hay quien le pone tapas y la guarda en casa, porque es historia del barrio”. Precisamente por esa razón apunta al “inmenso valor” de la publicación, que nació en 1998 con un “puntazo informativo” de cine y protagonismo de su vecino Montxo Armendáriz, por aquel entonces candidato al Oscar con la película Secretos del Corazón.

Dos décadas más tarde, “te das cuenta de cómo ha cambiado el barrio, cómo hemos cambiado nosotros y nuestra forma de vida”. “Yo le llamo el milagro de la revista; es una maravilla que tanta gente se junte para participar en esto”, considera Marriezcurrena. “La posibilidad de crear un medio de comunicación que mantenga esa continuidad y siga siendo un espejo de lo que es el barrio, es suficientemente significativo”, apunta por su parte Javier Rey, quien a lo largo de los años ha ido “escarbando” en su archivo fotográfico para ilustrar su sección. “Y cuando el archivo ya no daba más de sí, se me ocurrió otra pequeña sección con reflexiones en torno a diferentes acontecimientos. Vas saltando de una cosa a otra”, confiesa.

El instigador oficial de Txantrean Auzolan Jesús Palacios, alias el Sidras, encargado de imprimir la revista y, sobre todo, de repartir marrones a diestro y siniestro, recuerda que “empezamos haciendo 7.000 números que embuzonábamos a todo el barrio gratuitamente”. “Aquel reparto era tela marinera. Siempre ha sido un medio en auzolan, como todo lo que se hace en este barrio, con muchísima gente implicada. Y todos los meses ahí estábamos clavados para el reparto, con nuestros carricos de la compra. Eso tiene mucho mérito”, recuerda Asier Urzai, otro veterano de la revista.

“Llegó un momento en el que ese reparto falló porque el comercio, como en todos los barrios, se ha ido en mayor o menor medida a hacer puñetas. Entonces decidimos seguir adelante, pero con suscriptores”, retoma el Sidras. La idea funcionó. 1.200 vecinos y vecinas quisieron que la publicación llegara a sus domicilios, y así han seguido, manteniendo el precio de 2 euros de cada número, que se reparte además en peluquerías, bares, centro de jubilados, ambulatorio, etc... “Llega a muchísima gente. Es sorprendente. Entrevistas a la zapatera de la esquina y al día siguiente ya le han dicho 20 personas que le han visto. La gente la valora, y lo bueno de una revista local es que se lee de cabo a rabo, porque es algo cercano. Y sirve de herramienta para dar a conocer la actividad que desarrollan los colectivos”, apunta Marriezurrena. Al calor de la revista, la Asociación Cultural Txantrean Auzolan ha editado además “ocho libros de temas txantreanos, tres de historia del barrio y 12 de certámenes literarios que organizamos en la Txantrea. La actividad cultural asociada a la entidad es muy fuerte”.

En su evolución, Urzai cuenta que “hemos pasado del cuaderno y el folio para transcribir, al e-mail, el WhatsApp, el Dropbox o como se llame y todas estas movidas. Estamos en la era digital, aunque algunos vamos más retrasadicos”. Y se defiende ante las risas del personal: “No os quejéis que ahora mando los textos en Word”. Isabel Eguiguren, fichaje desde hace cinco o seis años “autoengañada”, apunta a esas nuevas tecnologías. “Las redes sociales dan mucho juego y son muy agradecidas. Tenemos Facebook, Instagram y Twitter. Es un trabajo voluntario y no tenemos todo el tiempo que quisiéramos. Pero cualquier cosa que hagamos en directo, vídeos... funciona de maravilla. Es un método muy bueno para visibilizar la revista”.

las actividades

La semana cultural en torno a Txantrean Auzolan arrancó ayer con una tertulia “con nosotros dando el peñazo”, dice Jesús Palacios, sobre la revista. También se inauguró en la biblioteca la exposición con imágenes de esta andadura.

Hoy le toca a Javier Rey moderar un encuentro con escritores y escritoras del barrio en lengua castellana (19.30 horas, Biblioteca), cita que se repite el jueves en euskera. Mañana Mikel Belasko presentará su libro Árboles viejos y singulares de la Txantrea. 200 páginas y 40 árboles protagonistas “no solo desde el punto de vista botánico, sino de lo que significan para el barrio, qué historia han tenido”, detalla el autor sobre la recopilación de los artículos que durante media docena de años ha publicado en la revista. “A ver qué me invento ahora”, se pregunta.

Las actividades finalizan el sábado con la Primera Feria de Literatura Infantil, de 11 a 14.00 horas en la plaza Arriurdiñeta amenizada con juegos infantiles, cuentacuentos y música. Y la música cierra el programa el mismo día con el concierto gratuito de La Reina Flower en la Armonía Txantreana (19.30 horas).

Por último, desde Txantrean Auzolan recuerdan con cariño a quienes les han acompañado y ya no están; Mikel Aguado, Peio Górriz y Aitziber Sarasola. Y ponen en valor la gozada que supone escribir lo que te de la gana, (siempre que la Txantrea esté involucrada) para animar a la vecindad a participar de forma activa en la revista. “Es una plataforma abierta a quien quiera sumarse, y cuantas más voces haya y más diferentes, la revista ganará”, explica Belasko sobre una publicación a la que le auguran un futuro esperanzador. Por lo menos, “mientras siga el Sidras detrás con el látigo”.