pamplona - A lo largo del invierno se cortaba y preparaba la leña en el monte, y con la llegada del buen tiempo, a partir de mayo, se comenzaba a preparar las carboneras. Hacia los años ochenta se apagaron las últimas montañas de carbón. Y con ellas, una forma de vida y de subsistencia que caracterizó a muchos de los habitantes de los pueblos de Navarra durante generaciones.

Hoy, coincidiendo con el día del barrio, San Jorge Sanduzelai, volverá con leña recién cortada. El proyecto Txondorra Sanduzelai quiere recuperar una actividad artesanal e histórica que consiste en conseguir carbón vegetal tal y como se ha hecho ancestralmente, es decir, mediante una combustión lenta y controlada. “Teniendo en cuenta que el carbón vegetal era una fuente energética fundamental, entendemos que en la orilla del Arga también había carboneros. No tenemos datos históricos que nos aseguren la existencia o lugares exactos en los que se realizaban estas actividades. Si es verdad que en la historia personal de muchos vecinos y vecinas del barrio entra el arte del carboneo porque en su familia se había desarrollado durante generaciones. Este auzolan también está sirviendo para recuperar esa parte de la historia personal y colectiva del barrio”, admite Joseba Arbaiza, uno de los organizadores del proyecto Txondorra. La curiosidad comenzó a través de un vecino del barrio, Mario Goien, que hace todos los años carbón en Ujué. “Siempre han existido las ganas de conocer más sobre esta actividad” y será él quien ejerza de maestro en el auzolan creado.

“Es una verdadera labor de artesanía. Hay que cortar y picar la leña, presentar la plaza, plantear una red de leña sobre la que se irá colocando la madera en forma de pirámide. Y hay que seleccionar cada trozo de leña para que la forma que adquiera sea la correcta, hay que taparla con paja y finalmente, cubrirla de tierra”. En total, han sido diez días de preparativos.

La carbonera estará encendida a partir de hoy a las siete y media, y la madera se irá quemando durante 10-12 días (aproximadamente hasta el 7 de noviembre). Se mantendrá apagada durante unos días para “asentar” el material y que pierda toda la temperatura. Coincidiendo con el fin de semana, el 10, 11 o 12 de noviembre, y en función de las condiciones del tiempo, se procedería a la extracción del carbón.

Según indica Joseba Arbaiza, las carboneras fueron fundamentales para la obtención de carbón vegetal. Recuerdan que el carboneo requiere un proceso de combustión que “dura varios días y que se debe controlar para obtener un carbón de calidad”. Toda esta labor permite acercar al vecindario tradiciones propias de nuestra cultura y se convierte a la vez en “una oportunidad de aprendizaje comunitario”. Así, la actividad se lleva a cabo en auzolan, es decir, el trabajo se reparte entre vecinos/as para enriquecer con ello las relaciones sociales.

La carbonera se ubica junto al llamado chalet de Gridillas, entre el final de la calle Sanduzelai y el río Arga. “La actividad es segura y desde el Ayuntamiento nos han dado los permisos pertinentes”. Este espacio posibilita que todas las actividades sean “seguras, visibles y que tengan la accesibilidad asegurada”. Se van a emplear cerca de seis toneladas de madera de roble traída del valle de Ultzama y el Asador Mutiloa ha aportado la madera.

Durante los días en que la carbonera esté encendida se desplegará un intenso programa cultural. Así, habrá visita de los alumnos y alumnas de escuelas e institutos del barrio o cercanos. Asimismo, se ofertarán actividades infantiles con actuaciones de teatro y cuentacuentos, además de música y baile organizada por colectivos del barrio.