pamplona - Los informes del Grupo Técnico de Movilidad sobre el encaje que tendrán los patinetes eléctricos en la nueva ordenanza que está a punto de aprobar el Ayuntamiento de Pamplona abogan por que tengan la misma consideración que las bicicletas y no se permita su circulación por las aceras ante el riesgo que pueden suponer para los peatones.

La decisión final se adoptará en el seno de la Junta de Movilidad de forma inminente ya que la previsión es que el texto de la futura ordenanza sea aprobado en el Pleno de diciembre. Su objetivo básico es proteger al peatón y que los cambios en la movilidad urbana no vayan en su perjuicio, garantizándose al mismo tiempo la posibilidad de circular con seguridad con medios sostenibles y potenciando el transporte público.

Su principal novedad será la regulación del uso de la bicicleta, que bajará de las aceras a la calzada para convertirse en un vehículo más, con las mismas obligaciones y derechos que los de motor. La excepción serán los menores de 14 años, solos o acompañados, que podrán seguir circulando en bici por las aceras.

El retraso que lleva la tramitación de esta nueva ordenanza guarda relación directa con la aparición de los patinetes eléctricos en el panorama urbano y su presencia cada vez más numerosa, lo que ha obligado al equipo de Gobierno a incluir su regulación en la línea de lo establecido por la Dirección General de Tráfico.

Según lo dispuesto en la instrucción 16/V-124 de la DGT, se entiende como vehículos de movilidad personal (VMP) aquellos que son capaces de asistir en el desplazamiento personal y que por su construcción pueden exceder las características de los ciclos y estar dotados de motor eléctrico.

limitaciones Su proliferación gracias a las nuevas tecnologías como solución para la movilidad hace necesario, al entender de la DGT, que los Ayuntamientos establezcan “limitaciones a la circulación en las vías urbanas, dependiendo, de la velocidad máxima por construcción, masa, capacidad, servicio u otros criterios que se consideren relevantes”.

Que algunos de estos vehículos tengan una masa superior a la de las personas -la mayoría, con pesos de 20 a 50 kg- y se muevan a una mayor velocidad que los peatones -entre 20 y 30 km/h, aunque existen modelos más veloces- tiene para la DGT dos consecuencias directas. La primera es la imposibilidad de asimilar los patinetes eléctricos y al resto de VMP con la figura del peatón, y que, por lo tanto, no pueda hacerse uso de ellos en las aceras y espacios reservados a los viandantes.

La segunda derivada es que tampoco pueden ser catalogados como vehículos de motor, ya que su configuración y exigencias técnicas no permiten obtener las correspondientes homologaciones para ser considerados de este modo, por lo que tampoco requieren de autorización administrativa para circular ni seguro.

En el caso de Pamplona, los técnicos de movilidad consideran conveniente seguir las recomendaciones de la DGT y recuerdan que no tendría demasiado sentido que se permita a los patinetes eléctricos circular por las aceras si la nueva ordenanza lo prohibirá para las bicicletas.

solo en vías autorizADAS En la plano práctico, la DGT establece que los VMP podrán ubicarse físicamente en el ámbito de la calzada, siempre que se trate de vías expresamente autorizadas por la autoridad local. No obstante, se podrá autorizar también su circulación por aceras, zonas peatonales, parques o habilitar carriles especiales con las prohibiciones y limitaciones que considere necesarias (relativas a masa, velocidad y servicio al que se destinan) para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía.

Cuando queden asimilados a ciclos y bicicletas, les será aplicable lo dispuesto para estos en la legislación de tráfico, seguridad vial y circulación de vehículos a motor. En concreto, el uso de los VMP debe realizarse atendiendo a las normas del ordenamiento jurídico vial.

Conforme a lo que marca la DGT, la ordenanza del Ayuntamiento incorporará una clasificación de los vehículos de movilidad personal en tres clases.

El del tipo A incluirá a los de dimensiones más pequeñas (hasta 25 kg): patinetes eléctricos, rueda eléctrica y plataforma eléctrica, cuya velocidad no supere los 20 km/h. En el tipo B aparecen los vehículos mayores (hasta 50 kg), como patinetes eléctricos con asiento, patinetes de mayor peso y prestaciones y los llamados segways, con una velocidad no superior a los 30 km/h.

El tipo C incorpora, por su parte, tres subdivisiones: la que incluye a los ciclos de más de dos ruedas que se utilizan para uso personal; los ciclos de más de dos ruedas que se utilizan para realizar algún tipo de actividad económica o de ocio; y la que menciona a los ciclos de más de dos ruedas destinados al transporte de mercancías. En este caso, la velocidad máxima es de 45 kilómetros por hora y el peso autorizado, de 300 kilos.

Los VMP se pueden clasificar también en función de la altura y de los ángulos peligrosos que puedan provocar daños a una persona en un atropello.

Las ventas, disparadas. Entre tres y cuatro patinetes eléctricos se están vendiendo cada día en los establecimientos de Pamplona donde se pueden adquirir directamente, a los que hay que sumar los que se distribuyen por Internet. De hecho, las grandes cadenas están preparando envíos importantes de cara a las Navidades, donde se da como seguro que será uno de los productos más demandados.

Junta de Movilidad. Con presencia de técnicos de todas las áreas implicadas y grupos municipales, es el órgano que deberá elegir la opción definitiva sobre los patinetes eléctricos.

Excluidas rondas y avenida Navarra. En ningún caso se permitirá circular a los VMP por las rondas de Pamplona ni en la avenida de circunvalación.

Permisos para los VMP turísticos de más de dos ruedas. Los VMP y ciclos de más de dos ruedas destinados a realizar actividades económicas de tipo turístico o de ocio deberán obtener previamente una autorización municipal en la que figurará el recorrido a realizar y horario para garantizar la seguridad de los usuarios de la vía.

400 €

Precios. El gasto por un patinete eléctrico depende de los modelos, pero los más habituales rondan los 400 euros. Los modelos del tipo segways, patinetes eléctricos sin manillar, cuestan sobre 120 euros.