pamplona - “Que se invierta más dinero en crear puestos de trabajo con sueldos dignos; en ayudas para la vivienda; en subvenciones para la energía porque hay gente que pasa frío en sus hogares; más inversión en cooperación con otros países del mundo que están sufriendo y nos necesitan...”. Los estudiantes del Colegio Santa Catalina Labouré de Pamplona tienen claras sus peticiones a los políticos, demandas que trasladaron ayer a viva voz y con un objetivo muy digno: terminar con la pobreza. Baluarte se convirtió, a las doce de la mañana, en escenario de éstas y otras proclamas tras una manifestación en la que se implicó todo el colegio, más de 300 alumnos, que recorrieron Yanguas y Miranda para hacer visible el proyecto de Desarrollo Sostenible que están llevando a cabo los alumnos de cuarto de Primaria.

Desde Fundación Fabre, ONGD miembro de la Coordinadora de ONGD de Navarra y parte del Programa Escuelas Solidarias de Navarra apoyado por el Gobierno foral y la CONGD, están llevando a cabo el proyecto de Educación para el Desarrollo -financiado por el Ejecutivo- Formación-Transformación para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Trabajamos el proyecto en 8 centros educativos de Pamplona y Ribera (públicos y concertados), para formar al profesorado y al alumnado navarro sobre la temática de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 a través de talleres y materiales educativos. Queremos también que esa formación permita al alumnado, desde infantil hasta bachillerato, transformar su entorno más cercano y erradicar aquellas situaciones injustas que tienen a su alrededor, siempre con una mirada global”, explicó ayer Celia Pardo, coordinadora de la entidad benéfica. Esos proyectos, además, son compartidos con otros centros educativos de Guatemala, Bolivia y Costa de Marfil con los que trabajan.

En ese marco, el grupo de 4º de Primaria de Santa Catalina Labouré de Pamplona ha decidido hacer un proyecto sobre el fin de la pobreza. Han analizado sus causas a nivel global y local y, después de trabajar en aula, decidieron convocar una manifestación para dar cuenta de esta realidad que pretenden atajar.

Solicitaron permiso al Ayuntamiento, diseñaron carteles, pancartas y folletos informativos, y salieron del centro para dirigirse al Baluarte, donde leyeron su particular manifiesto solicitando a representantes institucionales las medidas que, a su juicio, consideran esenciales para erradicar la pobreza en Navarra. También pusieron a disposición de los que se acercaron al lugar una pancarta en blanco para que pudieran escribir las medidas que tomarían si fueran representantes políticos.

Y es que a lo largo de esta iniciativa han aprendido que unas 86.500 personas (el 13,5% de la población) residente en Navarra está en situación de pobreza y/o exclusión social; que aproximadamente unas 26.000 personas (4,1%) se encuentran en una situación de pobreza severa; y que 1.700 viven en condiciones de Privación Material Severa en la Comunidad Foral, una situación de vulnerabilidad que se ha incrementado casi un 5%, con 33.000 personas más en riesgo de pobreza; o que Navarra “es el territorio en el que la pobreza más ha crecido en los últimos diez años”.

Esas premisas fueron las que les abrieron los ojos a la hora de decidir el tema sobre el que trabajar, y aseguran que eligieron el ámbito de la pobreza y las posibilidades de ponerle remedio porque “es lo que más vemos a nuestro alrededor”, señalaron Samuel Eguaboe, Isabel Vázquez y Miguel Valderrey, de 9 años y vecinos de La Milagrosa, que eran ayer un manojo de nervios antes de que la manifestación partiera desde su colegio.

“animar a la gente” Ellos fueron los encargados de leer su particular manifiesto, en el que participaron los 25 alumnos que conforman la clase. Sus soluciones pasan, sobre todo, por animar a la gente a que contribuya a esta causa, a que sean más generosos, donen lo que tienen a los demás? “Lo más importante es compartir”, explicaron.

“Empezamos con una lluvia de ideas, a ver qué podíamos hacer, surgió la manifestación y casi se nos ha ido de las manos, hemos conseguido implicar a todo el colegio”, señalaba su tutora, María Adela Alcalde, contenta con la respuesta que ha cosechado el proyecto.

Por su parte, desde la ONGD Fabre (que lleva un año de recorrido en la Comunidad Foral), Celia Pinedo explicó que están implicados con el programa de Escuelas Solidarias, que se encarga de trabajar en este sentido en unos 50 centros en el Estado y ya tienen 23 proyectos similares en marcha.

Tres de los profesores más implicados viajarán a diferentes países para trabajar sobre el terreno -Alcalde irá en febrero a Guatemala para compartir esta idea- y dará formación junto a Pineda. En abril se van a Costa de Marfil con otro profesor.

“El fin último es que el alumnado se mueva. Empiezan viendo problemas, qué no les gusta de su ciudad y de su entorno, y cómo pueden cambiarlo. Los propios profesores idean lo que quieren hacer con sus alumnos y ellos el modo de llevarlo a cabo”.

Los niños lo tienen claro: “En 2001 la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible, y la pobreza es el primero de sus objetivos. Nosotros queremos aportar nuestro granito de arena para conseguirlo, somos muy afortunados por tener una casa donde vivir, comida, ropa y educación... Y no nos parece justo que en el mundo y en nuestra propia ciudad haya gente durmiendo en las calles o pidiendo para comer”, leyeron ayer.